Montevideo, República Oriental Del Uruguay. Nos animamos, impulsados por el carnaval, a salir del país por primera vez desde que existe este proyecto. Nos sumergimos en la capital del país al otro lado del Río De La Plata para caminar por sus calles y conocer cara a cara lo que siempre nos relataban desde la otra orilla.
¿Desde dónde empezamos a contarles sobre nuestra experiencia? Creemos que a todos nos gusta en menor o mayor medida conocer un nuevo destino desde aquella pieza fundamental en la cultura de cualquier sitio: ¡Su gastronomía local! Vengan con nosotros y desciendan por las calles de la Ciudad Vieja, bien cerca de las aguas rioplatenses, para conocer el Mercado Del Puerto.
¿QUÉ ES?
Un coqueto edificio del Siglo XIX que alberga el mercado local del Puerto De Montevideo. Obra con un espléndido esqueleto de hierro interno recubierto por paredes de mampostería que alternan detalles Art Decó y finos trabajos en herrería. Corazón gastronómico de la zona ideal para comer asados y el tradicional “Chivito”.
¿CÓMO LLEGAR?
Abrimos una nueva ciudad en donde hay que marcar un “Punto Cero” para iniciar nuestra visita. En este caso vamos a partir desde la Plaza Independencia en sentido norte por las calles Juncal o Ciudadela hasta 25 De Mayo. Hacia el oeste seguiremos por casi un kilómetro hasta la Calle Pérez Castellano. De forma peatonal proseguimos por doscientos metros hasta encontrarnos con el vértice sudeste del mercado. En total son poco menos de dos kilómetros en ámbito urbano y perfectamente caminables. Si se quiere llegar en vehículo sugerimos consultar este mapa:
El transporte público es constante en el centro de la ciudad. En los alrededores del lugar encontramos las líneas N. ° 21, 60, 62, 103, 116, 117, 121, 124, 125, 130, 148, 169, 180, 187, 188, 402, 456 y G. Si abrimos todavía más el radio desde el lugar tenemos muchísimas más opciones para llegar. Cómo utilizar el sistema de buses local será brevemente explicado en A TENER EN CUENTA…
Existen aplicativos móviles con frecuencia en el área como Uber y Cabify. También tenemos fuerte presencia de taxis con valores similares a las app’s para celulares. Caminar o llegar en bicicletas es totalmente posible.
RECORRIDO
¡Por fin llegamos a Montevideo! Paradójicamente solo el último día de nuestra estadía pudimos conocer la Ciudad Vieja, limitados por las precipitaciones constantes que tuvieron lugar ese fin de semana de Carnaval. Ese domingo comenzamos a caminar desde la Plaza Independencia hacia nuestro atractivo de hoy por la Peatonal Sarandí hasta la Calle Pérez Castellano hacia el norte.
Es ahí, casi cuando muere dicha calle, que la esquina nos enfrenta por primera vez a dicho mercado. Con un fondo nuboso que resaltaba de lleno el imponente edificio del Comando General De La Armada, el Mercado Del Puerto no destaca por su inmensidad sino por la postal que configura. El local se encuadra en el nodo de varias calles (Calle Yacaré y Calle Piedras además de Calle Pérez Castellano) marcando un paseo peatonal ornamentado por faroles y las fachadas de los inmuebles cercanos.
Posterior paso por la oficina de turismo (de la Intendencia De Montevideo y con muy buena atención) estamos frente al lateral que da hacia la Calle Pérez Castellano. Los locales internos vierten sus mesas y servicios hacia las veredas mientras en los alrededores los puestos venden recuerdos de todo tipo para el turismo. Sabemos que muchos no gustan de puntos turísticos muy reconocidos y atestados de visitantes, pero… tengan fe ¡La visita lo vale!
Una fuente de mano engalana este ingreso por el cual nos internamos. El pórtico de hierro vela el acceso que nos acomoda raudamente en la oscuridad interna y nos transporta a otro ámbito. Ese es el primer recuerdo que viene a la cabeza de este momento. En segundos nos bañamos de las luces artificiales de los locales opacadas por tragaluces que brindan iluminación natural en los pasillos. El olor de las parrillas nos invade y nos damos cuenta… estamos en el lugar indicado.
Lo que para algunos pudiera ser lúgubre nos pareció sensacional. Toda la estructura bajo techo conformada por su esqueleto interno de hierro le da ese aire industrial único e inmersivo que invita a sentarse sobre las barras y mostradores de los locales gastronómicos que ocupan sus puestos. Ese ambiente portuario que buscábamos se mantiene mucho más allá del turismo masivo que visite el lugar.
En un primer momento el paraje era conocido como “Baño De Los Padres” por ser el lugar elegido por los padres jesuitas para su aseo personal.
Con la idea de mejorar la higiene y el orden en la comercialización de productos comestibles, en 1868 comenzó su emplazamiento en la ubicación actual. Como pueden leer, hablamos de emplazamiento ya que toda la estructura fue traída en barcos desde Liverpool, Reino Unido en donde se diseñó y construyó por pedido expreso. Existen leyendas que hablan sobre una compra de la misma después de naufragios o una venta fallida a otra “Ciudad sobre el Pacífico” que no dejan de ser simples leyendas.
La destacadísima estructura interna también vino con su reloj a cuerda en fina madera. En 1996 se restauraron varias instalaciones, incluyendo este reloj.
Los grupos que visitan el mercado caminan entre los puestos y las columnas. En el centro del predio está ocupado por un bellísimo reloj público, de origen inglés al igual que el resto del mercado tiene intrincados detalles que pueden verse desde la distancia. Hace algún tiempo, teóricamente, el reloj volvió a funcionar después de una minuciosa restauración del complejo sistema a cuerda (Si, ¡A cuerda!) que alimenta sus movimientos.
Nos sentamos a comer un plato. Nuestra idea era comer un “Chivito” o “Chivo” uruguayo, plato típico del país vecino. Los elevados precios y el poco tiempo disponible nos hizo cambiar de opinión y elegir un plato que nos demandara menos tiempo en el lugar. Lo importante de esta decisión es que pudimos sentarnos para apreciar la vida que transcurre en el interior del recinto, como así también poder admirar la construcción en sí.
No solamente encontramos establecimientos gastronómicos en el interior. Entre las mesas encontramos tiendas de recuerdos que venden suvenires que inmortalizan la cultura montevideana y uruguaya en sus productos. Todo tipo de regionales podemos encontrar en estos sitios. Por obvias razones, recomendamos (si sos argentino y nunca probaste) comprar yerba mate uruguaya, una bombilla (nuestras bombillas se tapan fácil) y disfrutar de un mate exquisito y distinto al nuestro.
Ahora si nos vamos, no sin antes tomar algunas fotos más del entorno. El olor a asado sigue presente sin importar que la tarde ya esté avanzada. El ambiente se siente familiar y festivo entre decenas de turistas brasileros y argentinos que se mezclan entre los montevideanos. Celebraciones entre los comensales nos despiden del lugar para dar un último vistazo por fuera. Conocemos de cerca el vecino Comando General De La Armada y el Museo Del Carnaval (cerrado temporalmente) que comparte la manzana.
En los días anteriores a llegar a Montevideo muchos nos habían recomendado venir al mercado, contrario a otros que lo habían tildado de “un sitio caro y para turistas”. No dudamos de la última afirmación, pero menos lo hacemos de la primera. Un imperdible dentro de la ciudad que nos relata y transporta hacia otras épocas entre bocados de una realidad gastronómica tan familiar como novedosa.
A TENER EN CUENTA…
ACLARACION: Por la situación actual (Pandemia COVID-19) muchos de los puntos podrían no presentarse de forma tal, por esto recomendamos consultar a organismos oficiales. La visita se dio durante el mes de Febrero de 2022, durante un periodo de reapertura gradual de las actividades recreativas, también en la vecina República Oriental Del Uruguay.
- La entrada al lugar es gratuita. Está abierto de Lunes a Domingo con locales gastronómicos ofreciendo servicios a partir (aproximadamente) de las 09:00 – 10:00 Hs. Algunos pueden llegar a permanecer abiertos hasta las 22:00 Hs., también de forma aproximada.
- Los locales de venta de regionales pueden tener horarios más restrictivos. Durante la visita vimos cómo algunos comercios cerraban en horas del mediodía mientras otros seguían su jornada.
- Existen baños públicos en condiciones al interior del edificio.
- Si bien no se trata de un sitio pensado para ser accesible, la inexistencia de desniveles lo hace adecuarse a este punto de forma total. De hecho, es uno de los primeros lugares que visitamos en donde vemos que este tópico se cumple in situ.
- Los valores de los comercios no son los más accesibles. Las “parrilladas” suelen costar encima de UYU1.000 con platos que pueden sobrepasar los UYU1.500 en pedidos específicos. Algunos comercios exigen el pago de “Cubiertos”.
- Lo mismo pasa con los regionales… encontramos las tiendas más variadas de Montevideo en este sentido, pero con precios altos. En la esquina que forman las tres calles a las afueras del mercado existe un “Mercado De Artesanos” muy diverso y con recuerdos muy tradicionales. Tampoco es necesariamente barato, pero si más económico que dentro del mercado.
- Otro punto que destacamos es que cuanto más lejos del reloj nos encontrábamos (centro del mercado) más accesibles eran los precios. Y no, la calidad de la comida no disminuye en ningún momento.
- Nosotros gastamos alrededor de UYU500 en una milanesa con guarnición (podía ser papas fritas o puré de papa) sin pagar el servicio de mesa. Dentro de ese precio estaba incluido un Chop de Cerveza Pilsen (recomendamos) que degustamos mientras veíamos la previa del Clásico Uruguayo (Peñarol Vs. Nacional) en la TV del local.
- La zona es sumamente segura. Escuchamos de algunos locales que la capital estaba atravesando su peor momento en cuanto a seguridad de los últimos quince años. No nos pareció esto de ninguna manera, menos llegando desde una ciudad casi diez veces más poblada como lo es Buenos Aires.
- Por momentos el ambiente interior puede sentirse un poco frio o cálido. Notamos que algunos establecimientos brindan calefactores o ventiladores según se requiera.
- Las fotografías nos abalan a decir que el Mercado Del Puerto es ideal para esta actividad.
- Existe un “Mercado Agrícola” en el Barrio Goes, al norte de esta ubicación. Nos recomendaron visitarlo junto con “El Prado”, otro tradicional barrio montevideano, pero el tiempo no lo permitió. Empezamos a juntar excusas para volver…
¡Si! 2/197… Salimos del país por primera vez y siempre hay un primer XED! para todo. La hermosa capital uruguaya nos regaló momentos como el que le acabamos de comentar a cada uno de ustedes para que se animen a visitarla y comer “La mejor carne del Uruguay” en este mercado. Estamos a solo algunas horas desde el Puerto De Buenos Aires y existen varios servicios que nos conectan y hermanan.
Por lo pronto… la próxima semana nos volvemos a encontrar entre las calles porteñas para descubrir nuestra propia historia en un museo novedoso de esta urbe. De no mediar inconveniente aquí estaremos a las 20:30 Hs. el viernes venidero para comentarles algo más sobre nuestra ciudad, que la tenemos un poco olvidada entre tanto viaje.
Leemos sus comentarios y sugerencias, ¡Muchas gracias por leer!
Montevideo hermosa ciudad. Pintoresco lugar Gastronómico! Muy bien contado
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