XED! – Playa Buceo desde Montevideo, Departamento De Montevideo, Uruguay.

Montevideo es una ciudad que, al contrario de nuestra querida Buenos Aires, tiene una relación sumamente amistosa con el Río De La Plata. La capital descansa espejada en las aguas que bañan este rincón del mundo, pero con un cariño especial. Una singular armonía entre los componentes que hacen esta postal

Tal vez una de las características que sorprenden positivamente a los visitantes es la presencia de pequeñas (y no tanto) playas urbanas en distintos barrios costeros de la ciudad. Hoy salimos a caminar por la “Rambla” para conocer la belleza e historia particular de la Playa Buceo.


¿QUÉ ES?

Una de las principales playas urbanas de la ciudad ubicada hacia el este, vecina del Barrio De Buceo que le da su nombre. Amplia playa de arenas doradas rodeada de dunas forestales y una serie de verdes parques en desnivel. Vecina de importantes puntos dentro del barrio y su costa rioplatense.

Ingreso a la Playa Buceo.

¿CÓMO LLEGAR?

Desde la Plaza Independencia (punto cero) partiremos con dirección sur por alguna de las calles al sur que llegan a la “Rambla”, nombrada a esta altura como “Rambla Gran Bretaña” y recomendando descender por la Calle Liniers que luego se renombrará a Calle Ciudadela. Una vez tomada la avenida de la Rambla hacia el este seguiremos por casi tres kilómetros y medio hasta su encuentro con la Avenida Sarmiento, justo frente al famosísimo Parque Rodó.

Allí tomaremos la Avenida Sarmiento (siempre hacia el este) hasta el Boulevard España que seguiremos en la misma dirección. El Boulevard nos volverá a entregar a la Rambla, ahora denominada Rambla República Del Perú. Ahora si, siguiendo de forma constante la costa del Río De La Plata llegaremos a la playa, pero… ¿Cómo nos daremos cuenta de que hemos llegado? La presencia del Cementerio Del Buceo y el Museo Oceanográfico de la ciudad nos vigilarán a nuestra llegada. Son casi nueve kilómetros y medio de recorrido desde nuestra salida.

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En cuanto al transporte público, destacamos la presencia de varios ramales de ómnibus (colectivos) urbanos en los alrededores. Destacamos sobre la “Rambla” la presencia de la línea N. ° 104 y línea DE1. También encontramos presentes las líneas N. ° 195 y 538 en la intersección de las calles Juan M. Espinoza y Donizetti. Ya en los alrededores (incluyendo la Avenida General Rivera) contamos con las líneas N. ° 2, 60, 140, 141, 142, 144, 427, 494. 495, 526, 538, 702. D11 y G.

Existen aplicativos móviles con frecuencia en el área como Uber y Cabify. También tenemos fuerte presencia de taxis con valores similares a las app’s para celulares. Caminar o llegar en bicicletas es totalmente posible.


RECORRIDO

Visitamos la playa varias veces durante nuestros días en Montevideo, usándola asiduamente como punto para desayunar entre mates y “bizcochos” en los pocos momentos libres que tuvimos en la capital. Por este motivo, el relato de este recorrido se consagro desde el conjunto de vivencias en tres días distintos caminando una de las postales más bellas de la ciudad. El tiempo acompañó (o no…) nuestra visita a una más de las tantas playas urbanas de Montevideo.

Llegamos desde la infinita “Rambla” que adorna toda la costa del Río De La Plata. Ese interior del barrio homónimo hizo que desembocáramos en este lugar, que gobierna desde cierta altura la barranca que desciende hacia la playa. Desde arriba podemos ver la panorámica del sitio con nitidez. La bajada está rodeada por un barrio de construcciones bajas, con desniveles cubiertos de verde y algunos grupos de árboles esporádicos hacia el este. Caminamos algunos metros más para aprovechar muchas de las facilidades que nos brinda el lugar y explorar con nuestra vista un poco más los alrededores.

Vista de la Playa Buceo desde el este.

Es ahí cuando el oeste de la herradura que forma el lugar nos muestra dos de sus siluetas icónicas: por un lado el Cementerio De Buceo muestra su límite exterior por detrás con su inconfundible pared roja continua. Un poco más allá la vista se pierde en la sombra que desarrolla la estilizada figura del Museo Oceanográfico Dámaso Antonio Larrañaga. Testigos de algo más que las anécdotas del emblemático barrio capitalino, sus paredes guardan historia de sobra.


Ese rincón de Montevideo comenzó a portar el nombre “Buceo De La Luz” hacia mediados de 1700 cuando dos naufragios obligaron a operaciones de buceo para rescatar sus cargas, dándole el actual nombre al barrio. Durante el Siglo XIX el paraje fue creciendo mientras la ciudad lo hacia durante el transcurso de esta época. Es recién en 1872 que surge el actual cementerio que podemos ver en las fotos desde su parte posterior.

El Museo Oceanográfico Dámaso Antonio Larrañaga fue parte del Cementerio Del Buceo, albergando el solar la antigua morgue que fue demolida para la construcción del actual edificio. Con el tiempo, el lugar pasó a afincarse como un barrio dejando de lado su característica de playa frecuentada por los vecinos del centro montevideano.


Después de una serie de mates mirando el occidente del río inmenso como mar, comenzamos a bajar las escaleras que conectan este sector en altura con la playa de arenas doradas. Lo primero que notamos es el cuidado que tiene esta sección en particular. Durante las mañanas veíamos maquinaria trabajando en su preservación, como así también personal de la Intendencia local procurando la higiene del sitio en beneficio de los bañistas que se acercan en mayor número durante las tardes. Ya en este horario (mañana) vemos varios visitantes, ya sea disfrutando del sol, bañándose o realizando algún deporte.

Marcas de trabajo en las arenas de la Playa Buceo.

El Río presenta oleaje tranquilo. Una casilla de guarda vidas vigila lo que pasa alrededor a mitad de la playa. El declive es mínimo configurando un amplio sector de arenas precedido por una pequeña franja forestada entre esta y la rambla. Esa sección verde llama la atención por lo salvaje del lugar, no teniendo árboles ornamentales sino especies endémicas o achaparradas que asociamos con las dunas vivas de nuestras pampas. Es que las playas montevideanas se proponen recrear este pequeño ecosistema natural en sus costas, hasta las más urbanas.

Vamos caminando hacia el occidente. A lo lejos el paredón que recubre todo el perímetro posterior del cementerio se reconoce fácilmente por sus ladrillos rojizos. Ya un poco más lejos del centro de la playa, los ingresos se dan por estas dunas casi improvisadas en pequeños senderos entre las formaciones derivando desde la rambla a la playa. La lengua de tierra se va haciendo cada vez más angosta y pierde su ancho margen mientras nos acercamos al otro extremo del lugar.

Ingreso secundario desde la “Rambla”.

Ahí donde el promontorio rocoso se encuentra internándose al río coronado por el Museo Oceanográfico, el sitio pierde su suave pendiente para tener algunos filamentos rocosos a la vista contra las aguas. Un acceso asfaltado y peatonal nos acerca nuevamente hacia las cotas más altas correspondientes a las veredas de la rambla. A la vera de la torre de cuentos del museo se congregan decenas de vecinos que vienen a aprovechar los últimos rayos de la tarde o las suaves brisas que el verano trae desde las aguas.

Vista de la playa desde el oeste.

Es que cualquier postal que pueda evocar un atardecer dramático, alguna noche clara o cualquier otra visión pasa a ser óptimo para tomar unos mates… todavía más en Uruguay. Allí vimos como con las horas aquel improvisado estacionamiento del museo (que siempre permaneció cerrado) se reconvertía casi en un parque urbano frecuentado por montevideanos de todas las clases sociales y edades. Hay familias, amigos, novios y no tan novios, niños y ancianos, todos se juntan a la orilla del omnipresente Río De La Plata.

Y con esa imagen nos comenzamos a alejar del sitio. Algunos metros más allá encontramos un muelle de pesca y otra playa pequeña, esta es la Playa Del Puerto Del Buceo. Ubicada en cercanías, de menor magnitud y en una bahía cerrada encontramos esta pequeña costa que puede ser visitada desde la anterior, bien menos concurrida y de menor oleaje. Más allá se extiende la ciudad entera y el exclusivo Barrio De Pocitos, pero eso lo dejamos para otra entrada…

Río De La Plata desde el Museo Oceanográfico Dámaso Antonio Larrañaga.

En síntesis, el Río De La Plata forma parte indivisible del ser de esta ciudad. Esta en su esencia, en cada esquina que se cruza y de fondo asoman las aguas verdosos al final de la calle, en cada ráfaga que traen desde el sur sus aguas, y en todos los momentos que sus habitantes saben compartir íntimamente con sus orillas. Desde una ciudad que ignora sus ríos, Montevideo es una paradoja idílica ante la mirada que supo construir el avance agresivo de la Buenos Aires urbana. Tal vez ese río que despreciamos sea realmente ese “Mar Dulce” que alguna vez en otras tierras prometieron.


A TENER EN CUENTA…

ACLARACION: Por la situación actual (Pandemia COVID-19) muchos de los puntos podrían no presentarse de forma tal, por esto recomendamos consultar a organismos oficiales. La visita se dio durante el mes de Febrero de 2022, durante un periodo de reapertura gradual de las actividades recreativas, también en la vecina República Oriental Del Uruguay.

  • La entrada al lugar es libre y gratuita, más teniendo en cuenta de que hablamos de una playa pública sobre el Río De La Plata. Sin embargo…
  • En lo que se refiere al baño en aguas de dicho río debemos remarcar que existen reglas dictadas por los guarda vidas del lugar, todas demarcadas por las banderas que se colocan en el puesto de madera en la playa. También se encuentran expuestas en los carteles de acceso al sitio.
  • Podemos convenir que hablamos de un sitio no muy accesible. La mayoría de los ingresos se dan en caminos improvisados o mediante escaleras. No es imposible moverse en el mismo pero se vuelve dificultoso. De igual manera podemos resumir para casi todas las necesidades.
  • En el lugar no encontramos baños públicos. Hay comercios en los alrededores que podrían contar con esta facilidad.
  • Justamente, la zona comercial sobre la Avenida General Rivera brinda todas las opciones comerciales posibles. También encontramos comercios sobre la “Rambla” y el Boulevard José Batlle y Ordóñez. No muy distanciado de la playa encontramos el Montevideo Shopping Center, uno de los mayores centros comerciales del Uruguay.
  • Debido a su cercanía, se puede visitar en conjunto el Museo Oceanográfico Dámaso Antonio Larrañaga y el Cementerio Del Buceo con su elegante sector “Inglés”. Puntos plagados de historia, mitos y leyendas.
  • La zona resultó ser, a nuestro parecer, muy segura. No vimos ninguna situación que nos llamara la atención en relación a la seguridad.
  • Las puestas de sol sobre el Río De La Plata son una postal única de las playas citadinas. Muy recomendable para fotógrafos.

Se termina una nueva entrada sobre la capital de la vecina República Oriental Del Uruguay. A su vez, después de poco menos de un año volvemos a hablar de una playa. La última vez que habíamos hablado sobre un balneario fue el lejano treinta y uno de Diciembre de 2021, cuando les contamos nuestra visita a la Playa Bristol en Mar Del Plata la cual pueden leer aquí.

La próxima semana volvemos a la Ciudad Autónoma De Buenos Aires para leer un poco más sobre uno de los puntos más destacados de la capital al otro lado del Río De La Plata. Se acercan muchas entradas sumamente variadas e interesantes en los próximos días… por esto los esperamos como todos los viernes a las 20:30 Hs. para seguir viajando por el día por todo el país.

Leemos sus comentarios y sugerencias, ¡Muchas gracias por leer!

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