XED! – Torreón Del Monje desde Mar Del Plata, Buenos Aires, Argentina.

Llegamos a Mar Del Plata… EMxEM tuvo su primera salida “grande” a la Costa Atlántica revisitando algunos lugares que son parte de nuestra historia como porteños veraneantes en estos lares. El largo corredor que forman varias ciudades sobre el Mar Argentino nos invita a visitarlo para disfrutar de sus playas y sus localidades apacibles.

La postal costera muestra, casi siempre, un peculiar edificio inconfundible en el horizonte marplatense. Una especie de palacete morisco con reminiscencias medievales cruza desde la Avenida Patricio Peralta Ramos hacia las playas marítimas. Allí está el Torreón Del Monje.


¿QUÉ ES?

Un parador de playa, devenido en restaurante durante el invierno, ubicado sobre una saliente rocosa al sur de la popular “Playa Bristol” llamada “Punta Piedras”. La construcción es un palacete morisco con toques medievales y pintoresquistas, con espacios dedicados a eventos, recreación y comercio. El lugar es dueño de una interesante historia y algunas leyendas.

Vista total del Torreón Del Monje con la línea costera al fondo.

¿CÓMO LLEGAR?

Desde la Plaza Colón (Punto Cero de Mar Del Plata, para nosotros) podemos tomar la Avenida Patricio Peralta Romos en dirección sur, siendo un poco más de un kilómetro de tranquilo recorrido sobre la costa. También podemos tomar hacia el sur la Avenida Colón hasta su intersección con la Calle Carlos Alvear que, en sentido al mar, nos deja en pocos metros ante las puertas del Torreón Del Monje. Se puede estacionar en los alrededores, sobre la vía pública y algunas playas de estacionamiento abiertas a la vera de la famosa Playa Bristol.

Recordamos que el lugar posee ingreso sobre la Avenida Patricio Peralta Ramos (mediante un puente peatonal) y el Paseo Jesús Galindez (desde la planta baja del edificio). Cualquiera de los dos accesos es totalmente funcional a lo que se quiera realizar allí. Hay un pequeño barranco que divide las dos avenidas y marca un desnivel un poco pronunciado.


embedded map

La mejor alternativa al transporte propio es llegar caminando. Todas las avenidas costeras de la ciudad están en perfecto estado, siendo mayoritariamente accesibles. El clima suele ser agradable y las distancias cortas, siendo una opción plausible. Existen taxis y remises también, las aplicaciones móviles son un poco más escasas.

Las líneas de ómnibus N.º 221, 581, 593 y 717 llegan hasta las cercanías, o hasta las mismas puertas del complejo. Todos los micros funcionan con el Sistema SUBE de tarjetas electrónicas. Las líneas provienen desde las zonas suburbanas de la ciudad, teniendo como ejes la zona serrana y toda la línea costera. Llegar en bicicletas es un opción genial, aunque no existan bicisendas o ciclovías exclusivas.


RECORRIDO

Desde el famosísimo muelle que reviste el letrero electrónico de la cervecería “Quilmes” se divisa a lo lejos una pequeña torre de piedra, con algunas tejas rojas en sus aleros. Allí donde termina la tradicional Playa Bristol nos dirigimos siguiendo la línea de costa, a veces por las veredas, otras veces por las arenas de sus playas. La Avenida Patricio Peralta Ramos surge desde el interior de la ciudad para encontrar en tramo bajo al Paseo Jesús De Galindez.

Vista del Torreón Del Monje desde los muelles de la Playa Bristol.

Caminando por las estrechas y onduladas veredas del paseo que mencionamos en el párrafo anterior se llega hasta el famoso “Torreón Del Monje”, entre la bruma que despide el mar y el acantilado que antecede a la playa. Llegando desde el norte, la Plaza Alicia Moreau De Justo da un toque verde a los alrededores, mientras el puente pedestre del Torreón sobrepasa a varios metros el Paseo Jesús De Galindez.

El Torreón Del Monje desde las inmediaciones de la Plaza Alicia Moreau De Justo.

Ahí está el Torreón Del Monje. Lo primero que notamos es el puente que acabado de nombrar, uniendo la Avenida Patricio Peralta Ramos con la terraza del palacio. En este frente la edificación tiene una pequeña torreta, rematada con una cúpula octogonal de teja roja en piedra grisácea. Todos los arcos presentan su remate redondeado, con columnas cilíndricas que sostienen el peso de la estructura. Un pequeño hall de ladrillo rojo sobresale tímidamente de la estructura principal, dando la bienvenida a su exclusivo restaurante.

La opción gastronómica permanece activa durante todo el año. Se destacan los platos locales, principalmente a base de mariscos y otras bondades culinarias procedentes del mar inmediato. Las mesas se ubican ante ventanales estratégicamente apuntados hacia el mar y la línea de costa. No solamente podemos almorzar o cenar, la cafetería está a la altura y nos invita a probar sus delicias.

Frente y puente peatonal del parador.

Caminamos bajo el soberbio puente. La característica pintoresquista que engalana las calles marplatenses se mezcla con estilos tan diversos como el Art Decó o detalles Neocoloniales, las ventanas y puertas encuentran inspiración en el Art Noveau y el Gótico Centroeuropeo. Tanto Eclecticismo se ve contado a través de su historia.


La “Torre Belvedere” (nombre original) fue encargada por Ernesto Tornquist a Karl Nordmann en la década de 1920. Recién en 1927 la estructura es reformada y donada a la ciudad, adquiriendo su configuración actual. Entre las décadas de 1940 a 1960 pasa a ser sede del Círculo De Oficiales De La Marina, para luego ser abandonada por más de diez años.

En 1980, el empresario Domingo Parato adquiere el inmueble y recupera el valor patrimonial de la obra casi en ruinas. Construye escolleras para proteger el local de los embates del mar y refuncionaliza el Torreón a sus actividades actuales.


Ya estamos del otro lado del puente. Lo primero que vemos es una torre cilíndrica de varios metros, con remate recto y sin accesos desde el exterior. Una pequeña ventana da a la avenida, casi siempre cerrada. Detrás de ella encontramos otra torre y una gran puerta, con un pequeño vitral que invita a ingresar a este paseo público. Dentro encontramos una pequeña feria con productos artesanales, observando comestibles, vinos, licores, artesanías, suvenires y todo tipo de regalos alusivos a la ciudad feliz.

Contra frente con sus dos torres características y entrada a la feria interna.

El lateral del Torreón se conecta con la cara anterior. Un palier en madera, con excelentes vistas a Punta Piedras, sirve como comedor a cielo abierto y acceso a la exclusiva piscina contigua que se divisa unos metros más abajo. Bajo todo este complejo hay un sinfín de salones generalmente utilizados para eventos. Un solárium funciona en el playón al aire libre que forma esta especie de balcón hacia el mar. Desde su visión posterior, la construcción evoca aún más misticismo del que se le podría atribuir desde su frente. Entonces, surgen las leyendas…


Según testimonios cuestionables, un albañil italiano habría encontrado durante la construcción del Torreón Del Monje un cofre contenedor de una fantástica historia…

Técnicamente durante el Siglo XVII existió en el emplazamiento actual de nuestro punto de hoy, un puesto de avanzada jesuítico – militar (normalmente referido como una fortaleza) de estrecha relación con otra reducción jesuítica a la vera de la Laguna De Los Padres. En ella vivía un soldado llamado Alvar Rodríguez, quien brindaba protección a la región.

Alvar se habría enamorado de una de las nativas perteneciente a las tribus que rondaban la laguna ya mencionada, llamada Mariña. Ante la noticia del romance entre ambos, el cacique de la tribu decide asaltar el puesto de avanzada costero capturando el objetivo pero dejando escapar a Alvar. Nuestro protagonista promete volver a rescatar a Mariña.

Alvar conspiró con otra joven nativa, Nalcú, quien logró infiltrarse en Punta Piedras y sedar al cacique y Mariña. Los españoles atacan y recuperan la posición en pocos minutos, aunque el cacique logra reaccionar y secuestra a Mariña dándose a la fuga. En plena fuga, y al verse acorralado, el cacique se arroja al mar junto con su caballo y nuestra doncella muriendo en el acto.

De ahí en más, Alvar se convertiría en monje (ahora ya saben de donde viene el nombre) hasta el día de su muerte. Algunas relatos (flojos de papeles, sinceramente) dicen que en las noches de luna llena se puede sentir el galopar de los caballos de ambos, mientras que desde lo alto de la torre central una hermosa dama morena vigila el mar circundante.


Finalmente nos alejamos de la zona. El Paseo Jesús Galindez se desliza hacia el sur para dar paso a su concurrida feria artesanal en plena calle. El Torreón Del Monje nunca queda atrás. Es sólo girar la vista hacia la costa, en donde su silueta es omnipresente.


A TENER EN CUENTA…

ACLARACION: Por la situación actual (Pandemia COVID-19) muchos de los puntos podrían no presentarse de forma tal, por esto recomendamos consultar a organismos oficiales. La visita se dio durante el mes de Julio de 2021, durante un periodo de reapertura gradual de las actividades recreativas.

  • El edificio es privado. La entrada al lugar es posible siempre y cuando se asista a su exclusivo restaurante o se visite la pequeña feria artesanal interna. Lo interesante del Torreón es su exterior.
  • Las instalaciones son totalmente accesibles. Los accesos viales también lo son, aunque los desniveles de la costa pueden ser algo tediosos.
  • Estacionar en la zona con cierta tranquilidad está íntimamente ligado a la estacionalidad. En verano puede ser una tarea prácticamente imposible, mientras que en invierno podemos llegar a aparcar nuestro vehículo bajo el mismo puente del complejo.
  • Mismo punto si se quiere llegar caminando, el verano es la época de mayor afluencia de visitantes con sobras.
  • El restaurante no es de las opciones más económicas que vamos a encontrar en Mar Del Plata. La calidad de la gastronomía de la casa, sumado a las vistas inigualables, dan sentido a los valores exigidos.
  • El acceso a la feria interna es libre y gratuito, sin compromiso de compra de por medio. Un bonito paseo.
  • No hay baños públicos. Los baños existentes son privados y exigen consumición.
  • El interés sobre el edificio radica en su historia, sus leyendas y su arquitectura peculiar. Pocas obras concentran tantas corrientes en cuatro paredes.
  • La zona es segura. Suele haber presencia policial constante.

Hasta aquí la entrada de hoy. Terminamos estos días con tres entradas nuevas luego de un hiato de una semana, auspiciado por el viaje a esta perla costera. En las próximas semanas habrá otras entradas sobre Mar Del Plata y los alrededores, dentro del Municipio De General Pueyrredón, Provincia De Buenos Aires.

Los esperamos el próximo viernes a las 20:30 Hs. para seguir contando nuevas experiencias por un día en ¿Buenos Aires? ¿Mar Del Plata? ¿La Plata? ¿San Carlos De Bariloche? Quien sabe…

Leemos sus comentarios y sugerencias, ¡Muchas gracias por leer!

4 pensamientos en “XED! – Torreón Del Monje desde Mar Del Plata, Buenos Aires, Argentina.”

  1. Tantos años visitando Mardel y desconocía la leyenda, muy interesante!! Y como siempre la nota me gustó mucho muy rica en detalles. Que este sea solo el inicio de un montón de lugares nuevos por recorrer y compartir.

  2. Q buena nota , una reseña exelente q motiva ir a visitarlo !!!! Me encanto muchas gracias ! Me gusta mucho Mardel así q la próxima será una parada obligada !!!!!

  3. Pingback. XED! - Laguna De Los Padres desde Mar Del Plata, Provincia De Buenos Aires, Argentina. - EMxEM

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *