La Ciudad De Buenos Aires carece de espacios públicos suficientes para su magnitud. La anterior afirmación no es ninguna novedad aunque la mayoría de las veces se pase por alto. Cualquier porteño que camine la ciudad un fin de semana lo notará hasta en el más mínimo espacio verde de cualquier barrio de Buenos Aires.
Sin embargo, el sur de la ciudad ofrece una salida distinta… ¿Una reserva ecológica en pleno Buenos Aires? y ¿No es en Costanera Sur? Es el momento de descubrirla.
¿QUÉ ES?
La segunda reserva ecológica creada dentro de los límites de la Ciudad Autónoma De Buenos Aires. Son 36 hectáreas con importante diversidad de flora y fauna, siendo en su mayor parte sobre el Lago Lugano y sus costas. Cuenta con senderos interpretativos cortos, accesibles y de bajo esfuerzo físico para su recorrido.
¿CÓMO LLEGAR?
Tomando en cuenta el centro de la ciudad la opción más práctica utilizando transporte público es el colectivo, tanto sea dentro del sistema de Metrobús como por fuera. Varias líneas llegan hasta las inmediaciones, sin embargo recomendamos especialmente la línea Nº 91 de la empresa DOTA (se reconocen fácilmente por ser verdes y blancos con la imagen de una abeja en su lateral) ya que une puntos céntricos como Plaza De Mayo o Estación Constitución con estos puntos al sur de la ciudad de forma bastante eficiente. Las líneas Nº 115 y Nº 28 también llegan al mismo lugar en algunos de sus ramales. Las estaciones de Metrobús en donde se podría descender son “Parque Roca”, “Estadio Parque Roca” y “Escalada”, siendo la segunda la mejor opción.
Un poco (bastante) más complicado es la llegada utilizando el sistema de “Subte” (Metro) de la ciudad. Se pueden combinar varias líneas, dependiendo del punto de salida, para unirlas con el Premetro, un tranvía eléctrico en superficie que llega a la zona y se reconoce bajo el nombre de “Línea P” en los carteles informativos del Subte. Las estaciones para el descenso son “Cecilia Grierson” (frente al centro médico zonal homónimo) y “Escalada” frente al centro comercial Factory Parque Brown. Lamentablemente esta llegada agrega varios metros de más a ser caminados, por lo cual no merece la pena.
Aunque se debe aclarar… La reserva tiene su entrada principal sobre la Avenida 27 De Febrero, una arteria vial que corre paralela al cauce del Riachuelo (límite sur de la ciudad) y por la cual no transita transporte público. Normalmente permanecía habilitada también la entrada secundaria sobre la Avenida Coronel Roca, prácticamente en el mismo lugar en donde se encuentran las paradas de Metrobús nombradas algunos párrafos atrás. Por desgracia, la pandemia actual obligó a repensar las visitas y mantener habilitado solamente el acceso por la Avenida 27 De Febrero, el cual es bastante incómodo para su llegada a pié desde la Avenida Coronel Roca gracias a la inexistencia de veredas en la zona y su seguridad peatonal más que cuestionable.
Entonces… creemos que existen dos opciones realmente sensatas:
- Llegar hasta la zona de Avenida Coronel Roca o Factory Parque Brown en colectivo o Premetro respectivamente y desde allí tomar algún transporte privado (remises, taxis, Uber, Cabify, etc.) hasta la entrada de la reserva.
- Ir en transporte particular. La reserva tiene estacionamiento con seguridad con una aceptable cantidad de espacios disponibles. Además, en la zona hay varias estaciones de servicio y la llegada es súper sencilla desde cualquier punto de la ciudad y alrededores.
Algunas otras opciones se ven tentadoras, como la llegada en bicicleta por medio de la BiciSenda que recorre casi la totalidad de la Avenida Coronel Roca desde otras zonas al sur de la ciudad hasta las cercanías del lugar. Pero la falta de infraestructura adecuada, entre otras cuestiones, hacen que no sean recomendables estas posibilidades.
RECORRIDO
Un cartel en madera con el nombre de la reserva y su especie insignia, la Orquídea Del Talar, nos recibe apenas llegamos. Mientras se ingresa se cruza un puente sobre el Arroyo Cildañez, un curso de agua bastante maltratado por la urbanización pero de gran importancia para la historia de esta parte de la ciudad. En la ribera contraria, una vez atravesado el arroyo, se llega al estacionamiento que mencionamos en el subtítulo anterior en donde la seguridad del lugar indica el lugar donde dejar el automóvil en caso de que se encuentre utilizando ese medio.
Desde este punto comienza la reserva propiamente dicha. Algunos contenedores reconvertidos en oficinas verdes con paneles solares y recolectores de lluvia marcan la entrada formal al área. Allí se puede consultar a los responsables sobre lo que se necesite, además de contar con baños públicos y zonas de descanso.
Unos pasos hacia delante comienzan los senderos. Hay varios de estos, los cuales se especifican en distintos ambientes como el pastizal, el espinal o el talar. Dentro de la zona encontramos parches de estos ambientes que nombramos anteriormente, combinando especies nativas y foráneas que comenzaron a renacer en estas tierras a partir de la protección dada desde el gobierno porteño hace un puñado de años atrás.
Como para contextualizar sobre el contexto histórico… la zona forma parte de la llanura de inundación natural del Río Matanza-Riachuelo (hoy a pocos metros) que comenzó a poblarse a principios del siglo pasado. Hacia 1930 la zona comenzó a utilizarse como basural a cielo abierto, ante la falta de alternativas en el tratamiento de residuos dentro del área.
Durante la década de 1950 se terminó de asentar la zona (de naturaleza inundable) con obras que incluyeron la creación de tres lagos artificiales para controlar las inundaciones frecuentes, siendo uno de estos el Lago Lugano. Recién en 1976 se clausuró el basural que nombramos anteriormente. Los terrenos son olvidados durante todo este tiempo hasta 2009, cuando se construye temporalmente “Buenos Aires Playa” aprovechando su ubicación.
En 2012, luego de relevar la riqueza vegetal que se había gestado durante sus años de abandono, el Gobierno de la Ciudad De Buenos Aires promulga la ley que convierte al solar en la reserva que es hoy en día.
Lo primero que debemos resaltar es que los senderos están en perfecto estado. Cada uno de los caminos se encuentra correctamente señalizado con superficie de tierra en óptimas condiciones. Tal vez sea un poco exagerado decir que la reserva cuenta con accesibilidad total como comentan algunos medios, pero es innegable el estado impecable de su infraestructura.
Todas las caminatas son cortas y se interrelacionan entre si en algún punto (o eso parece estando in situ). Mientras se camina por la reserva se pueden observar todo tipo especies arbóreas, insectos y, sobre todo, cuises que cruzan los caminos constantemente. Teóricamente es posible ver lagartos overos con bastante asiduidad, aunque lamentablemente no fue nuestro caso. En cuanto a la flora, vemos interesante destacar la presencia de algarrobos, molles, aguaribay, curupí y la ya mencionada orquídea del talar.
Hay dos miradores con sus respectivas zonas de descanso definidos en las orillas del Lago Lugano. Desde allí se puede observar la fauna acuática del lugar, principalmente tortugas de agua dulce y nutrias, siendo detectables a simple vista. Sin embargo, lo que destaca dentro del área protegida es el avistaje de aves, principalmente aves migratorias u otras como el Pato Zambullidor Chico (prácticamente endémica dentro de la ciudad), el Macá Plateado y el Tachurí Canela.
Sin dudas el visitante puede alejarse unos minutos de la locura de la ciudad y descansar un poco en un “Parche verde” clave para la trama urbana del Gran Buenos Aires. Probablemente sea uno de los lugares mas pintorescos dentro de la trama urbana de la ciudad para tomar unos mates a la orilla del lago, mientras se pueden avistar todo tipo de aves en un ambiente relajado. A continuación dejamos algunas fotografías más.
A TENER EN CUENTA…
ACLARACION: Por la situación actual (Pandemia COVID-19) muchos de los puntos podrían no presentarse de forma tal, por esto recomendamos consultar a organismos oficiales. La visita se dio durante Noviembre del 2020, bajo régimen extraordinario teniendo en cuenta la situación.
- Llegar a la reserva con automóvil propio da la posibilidad de estacionamiento libre y gratuito dentro del perímetro, sumado al servicio de seguridad constante (que pudimos corroborar en la práctica) que colabora con la tranquilidad al visitante.
- Como hablamos en la nota… los senderos son sumamente accesibles con cualquier tipo de calzado (aunque recomendamos calzado cómodo y cerrado). Sin embargo vemos difícil, aunque no imposible, que personas con movilidad reducida se puedan mover libremente por la zona.
- Todos los senderos son auto guiados, siendo sumamente sencillos en su recorrido.
- La duración de los senderos es sumamente corta. Recomendamos recorrerlos con tranquilidad y disfrutarlos lo máximo posible.
- La afluencia de visitantes es más bien escasa. Durante nuestra visita menos de diez personas compartían el local con nosotros.
- La entrada no tiene costo. Tampoco lo tiene el estacionamiento para automóviles. Cuando realizamos la visita ni siquiera hubo un control en la entrada, simplemente desde la seguridad de la reserva se aplicó el protocolo anti COVID-19 (corroborar uso de barbijos, toma de fiebre y alcohol en gel) obligatorio por esos días.
- Como toda área natural, por más pequeña que sea, la presencia de mosquitos es recurrente en los meses de calor. Llevar repelente es una opción inteligente.
- Los baños son simples pero se encuentran en buen estado, teniendo en cuenta su carácter público.
- Si se quiere visitar recomendamos estar al tanto de horarios y actividades publicadas en su Facebook, principal medio de comunicación oficial. Por la situación aún en curso, el diario del lugar se ve trastocado asiduamente.
Terminamos el recorrido a esta reserva alternativa dentro de la Ciudad Autónoma De Buenos Aires. Como siempre… el contacto con los medios oficiales de comunicación (principalmente el link de Facebook que publicamos en la entrada) es más que recomendable.
Ojalá les haya gustado la entrada. La semana que viene volvemos a recorrer el interior de nuestro país, nuevamente el mismo día y a la misma hora.
Leemos sus comentarios y sugerencias, ¡Muchas gracias por leer!
Excelente entrada! Para abrir al conocimiento espacios que uno no conoce!!
Díez puntos 😊😊
¡Muchas gracias Dani! Me alegro que te haya gustado ¡Gracias por el comentario!
Muy Bueno!!! Un espacio muy lindo para recorrer y conectar con lo simple de la naturaleza, es una pena q no esté más promocionado. Espero seguir disfrutando de estas entradas Que recorrido será el próximo viernes?
Que buen lugar para recorrer y conectar con la naturaleza un desenchufe en medio de la ciudad. Muy buena la nota!!! Detalles precisos para disfrutar del paseo, excelente.
¡Muchísimas gracias por la respuesta Ángeles! Si, es un hermoso lugar y una opción distinta dentro de la ciudad ¡Nos alegra que te haya gustado la nota!
Exelente matias , muy buena info para tener en cuenta gracias !!!!
¡Muchas gracias Laura! Espero que la información sirva y lo puedan visitar en algún momento.
me gusto el informe… no sabia que ya se podia ir a bisitar.Felicitaciones por la pagina…
¡Muchísimas gracias Dana! Si, desde hace un par de meses reabrió al público ¡Muchas gracias por todo!
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La verdad fuimos por primera vez a conocer la reserva y quedamos sorprendido muy lindo todo muy cuidado y excelente lugar para ir con la familia.
Quiero visitarlo.
Cambiaron los horarios?
Porque es muy breve hasta las 14, y es la peor hora para caminar.
Buenas Miriam! ¡Los horarios efectivamente cambiaron! En el enlace de Facebook que dejamos en A TENER EN CUENTA… podrás encontrar los horarios actualizados, ya que esta entrada pertenece al “lejano” tiempo pandémico y el diario de la reserva ha cambiado ¡Espero que la información le sea útil!