XED! – Parque Del Centenario en Caballito, Comuna N. º 6 de CABA, Argentina.

La ciudad busca sus oasis en donde puede. El crecimiento de la “Reina Del Plata” contribuyó a la grandeza de la capital nacional, pero resignó parte de sus espacios. Como siempre escribimos, solemos encontrar una deuda de Buenos Aires con sus porteños en cuanto al espacio verde, los puntos de encuentro y el esparcimiento.

Sin embargo, la ciudad y sus habitantes debieran estar orgullosos de haber creado todo un barrio no oficial en torno a un parque. El gusto refinado de los paisajistas del siglo pasado en complacencia de las decisiones históricas alrededor del festejo del primer centenario nacional instauraron la sabia decisión de crear un parque… el Parque Centenario.


¿QUÉ ES?

Un gran parque, dentro del Barrio De Caballito, de doce hectáreas. Espacio verde destacado por su vegetación, sus jardines y su vocación urbana central en Buenos Aires. Sede de diferentes entidades públicas y privadas que aprovechan su espacio. Regalo del primer centenario de nuestro país, a cargo del distinguido paisajista Carlos Thays.

Lago del Parque Centenario.

¿CÓMO LLEGAR?

Desde nuestro tradicional punto cero, la Plaza De Mayo, nos dirigimos en sentido oeste por la Avenida Rivadavia cruzando varias avenidas y barrios (Montserrat, San Cristóbal, Almagro) hasta llegar al Barrio De Caballito, más precisamente a la vera del Parque Rivadavia. Desde la intersección de nuestra Avenida Rivadavia con la Calle Campichuelo debemos incorporarnos por esta última hacia la derecha en dirección norte. Todo el recorrido tiene una extensión aproximada de siete kilómetros, siendo sólo el último sobre la Calle Campichuelo.

Todo el camino es asfaltado y dentro de la Ciudad Autónoma De Buenos Aires. La Avenida Córdoba y la Avenida Díaz Vélez son comunicadores cercanos con el resto de la ciudad, siendo una opción de llegada alternativa a la siempre transitada Avenida Rivadavia. Por la vocación céntrica del lugar encontrar sitios para estacionar en la vía pública puede ser algo engorroso. Revisar el apartado A TENER EN CUENTA…


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El transporte público es abundante debido a la centralidad geográfica y estratégica que reviste toda la zona. Sólo en el perímetro circular que rodea al parque tenemos la presencia de las líneas de ómnibus N.º 15, 24, 55, 65, 71, 105, 119, 124, 145 y 146 que lo conectan con el resto de la ciudad. A media distancia encontramos el Monumento al Cid Campeador, que es otro nodo importante en el transporte de la ciudad, además de encontrar hacia el sur todo el circuito que compone la Avenida Rivadavia.

La conexión por medio del metro porteño, el ya nombrado “Subte”,  es cercana para la Línea B bajo la Estación Ángel Gallardo, sobre la avenida del mismo nombre. La Línea A transita al sur del local, teniendo accesos sobre la Avenida Rivadavia en la Estación Río De Janeiro. El tren urbano de la Línea Sarmiento provee transporte por medio de la Estación Caballito, también cercana.

Hay varias bicisendas urbanas que pueden ser usadas en calles aledañas. La presencia de taxis es constante, al igual que la disponibilidad de plataformas virtuales como Uber, Cabify, Beat o Didi. La zona es segura para llegar a pie.


RECORRIDO

Para cualquier porteño hablar del Parque Centenario o Parque Del Centenario es apelar a la memoria afectiva pasada, hasta en cierto caso infantil. Tal vez la explicación recaiga en la equidistancia del lugar con casi toda la ciudad, o con la cantidad de instituciones en él y sus alrededores que obligan a visitarlo. Sea lo que sea, este espacio de encuentro se vuelve icónico no solo para la ciudad como institución territorial, sino para todos los vecinos de la capital.

Sendero central hacia el centro del parque.

Desde cualquier calle que se llegué hasta el importante jardín porteño lo primero que divisamos son las frondosas copas de los árboles que componen el cuidado arbolado local. Los Palos Borrachos y Ceibos se entremezclan con las inmensas Araucarias patagónicas, Tipas, Eucaliptos y algún que otro Álamo. Puede ser que nuestra mirada inexperta haya confundido algunas de las especies arbóreas que nombramos, lo que si no confundimos son los Jazmines y las Rosas omnipresentes en sus senderos.

Todo el perímetro exterior que rodea el área interna del parque está cercado con una valla de baja altura sobre la vereda de la Avenida Díaz Vélez o Avenida Patricias Argentinas, dándole su forma redondeada al parque. Sobre gran parte del reborde externo encontramos ferias (si, en plural) de cuanta cosa imaginen… Libros, revistas, música, ropa, artesanías, etc. Puede ser un poco caótico transitar a pie esta sección, lo que lo invitará a entrar al local en sí.

Feria sobre la Avenida Díaz Vélez.

Hay varias entradas al lugar, existiendo una supuesta “oficial” sobre la intersección de la Avenida Díaz Vélez y la Calle Doctor Eleodoro Lobos marcada por un alto mástil que suele portar la bandera nacional. Desde este punto nos adentramos hacia el centro del círculo en un sendero recto. Mientras todos los caminos serpentean sobre el verde otros se internan directamente hacia un punto en específico. Algunos están compuestos de asfalto, adoquines o canto rodado suelto.

Caminos dentro del parque.

En este punto comenzamos a entender las influencias existentes durante su construcción. La doble nacionalidad de Carlos Thays (Franco argentino) nos exhibe en su plano de circulación las influencias francesas típicas de la coqueta Belle Époque. La ornamentación de fuentones y esculturas se mimetiza con simpleza entre los canteros verdes que franquean las sendas internas.  La interacción entre los vacíos verdes y las dramáticas esculturas crean una visión excelente del lugar.


Carlos Thays merece algunos párrafos aparte en esta entrada. Nacido en París en 1849, por un amorío con su posterior pareja uruguaya, llegó al Río De La Plata hacia 1889 para realizar obras en Córdoba. Luego de un tiempo, Thays ya era uno de los paisajistas más destacados del país.

Destacándose en la planificación de obras públicas, logró ser Director De Parques y Paseos de la Ciudad De Buenos Aires en el periodo 1891-1920. Es autor de magníficas obras en Argentina y Uruguay. Murió en esta ciudad, en 1934 a sus ochenta y cuatro años.


Como siempre caminamos hacia el epicentro. Se deja ver a lo lejos un gran agujero vacío entre la vegetación siempre presente, generalmente atestado de personas que no dejan ver lo que hay por delante. Por ahora vamos a dejar de lado este sitio. Seguimos disfrutando de la recreación que ofrece el lugar. Como siempre en Buenos Aires un metro de espacio verde garantiza su reconversión en lo que sea, desde cuadras deportivas hasta pistas de baile. Todo un hito.

El parque suele estar colmado casi todos los días. Las tardes calurosas que se suceden en la ciudad generan picos de visitas que sobrepasan los diez mil visitantes por fin de semana desbordando el local. La interesante diversidad de actividades culturales y recreativas que se llevan a cabo en sus caminos (y su afamado anfiteatro) ayudan a configurarlo como el centro de eventos que es hoy.

Visitantes a la orilla del lago.

Llegamos al centro del parque. Un hermoso lago, casi decorativo, corona el punto máximo de este tornándose su postal más reconocida. El lago se mantiene desde la construcción del parque, habiendo pasado una importante remodelación en 2006 incluyendo la reconstrucción de sus islas a una isla natural. El cuerpo de agua es de baja profundidad, aunque está terminantemente prohibido bañarse en sus aguas.


Creado y proyectado como “festejo” de la Revolución De Mayo de 1810 y su centenario, bajo el auspicio de la misma intendencia porteña de aquel entonces. Carlos Thays fue convocado para realizar el trabajo paisajístico que precisaba el parque, trabajando ya en ese momento para la misma Ciudad De Buenos Aires.

La construcción del lugar se atrasó, terminando de configurarse recién en 1920, ya sin el mencionado paisajista en la dirección de este. Varias fueron las remodelaciones desde la década de 1930, incluyendo la construcción del Anfiteatro Eva Perón y la remodelación del lago en 2006.

Sufrió una marcada decadencia a partir de 1980, teniendo que pasar por severas remodelaciones durante la última década para volver a sus días de esplendor.


Después de dar unas vueltas sobre la costa nos redirigimos nuevamente hacia el exterior. En pocos pasas comenzamos a notar la presencia de varios edificios destacados, no solo por su arquitectura sino también por su imponencia dentro del parque. La lista comienza en el Museo Argentino De Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia, pasando por el Hospital Durand o el Instituto Leloir, y terminando en el inusual observatorio de la Asociación Argentina Amigos De La Astronomía. Imposible aburrirse.

, un observatorio astronómico en plena Buenos Aires.

Si a lo anterior sumamos el nuevo SkatePark, las canchas de fútbol y basquetbol, y el Anfiteatro Eva Perón (en el mismo corazón del parque) terminamos de entender el porqué de la centralidad afectiva del “Centenario” ¿Quién no tomó mates en sus bancos mirando al lago? ¿Cuántas veces nos maravillamos con sus jardines? ¿Cuántos de nuestros padres acudieron durante los 80’ y 90’ a comprar música? Parte indivisible de la Buenos Aires tradicional.   


A TENER EN CUENTA…

ACLARACION: Por la situación actual (Pandemia COVID-19) muchos de los puntos podrían no presentarse de forma tal, por esto recomendamos consultar a organismos oficiales. La visita se dio durante el mes de Agosto de 2021, durante un periodo de reapertura gradual de las actividades recreativas.

  • La entrada al parque y su permanencia es totalmente gratuita, no así libre. En algunos momentos durante la noche el lugar permanece cerrado por su seguridad y cuidado de la infraestructura.
  • El parque es totalmente accesible. Todo el recorrido se da en superficies planas y debidamente asfaltadas, siendo el único paréntesis los caminos de canto rodado.
  • El estacionamiento libre en la vía pública es libre (justamente) y gratuito, aunque difícilmente se pueda encontrar espacio en algunos días. Los garajes privados abundan en los alrededores y son una buena opción. También existen zonas de estacionamiento medido en la calle.
  • Lo mismo ocurre con los medios de llegada. No todos los transportes se acercan hasta el acceso mismo, sino que transitan en rincones cercanos. Caminar un poco más es la opción para llegar hasta allí mismo.
  • El área posee todas las cualidades comerciales existentes dentro de la ciudad, agregando la prestación de ciertos servicios en alrededores céntricos.
  • El cuidado del parque, en conjunto con la limpieza, es bastante buena. Dejando de lado los días de mayor afluencia de visitantes, el gran jardín porteño se mantiene casi intacto.
  • La actividad cultural y recreativa es constante. Destacamos los eventos que se realizan semanalmente en el Anfiteatro Eva Perón, como también los eventos que se dan en caminos y senderos.
  • La feria que rodea nuestro atractivo también guarda interesantes joyas. Como dijimos, se trata de una feria tradicional dentro de la ciudad con diversas ramas de productos vendidos. Invitamos a los visitantes a recorrerla.
  • La zona es segura. Al igual que en el resto de nuestra urbe, nadie está exento de sufrir pequeños robos o hurtos. Las complicaciones no sobrepasan esto y son raras.

¡Recuperamos la entrada que debíamos! Se viene una nueva entrada de XED! el viernes, aunque hay sorpresas en unos días. Esperamos que hayan disfrutado de esta entrada. Desde que comenzó EMxEM ya logramos cubrir muchos de los grandes parques de nuestra ciudad base, quedando algunos otros por recorrer a la brevedad.

Nos estamos reencontrando el próximo viernes, a la misma hora y en el mismo lugar. Si querés estar al tanto de nuestra actividad te recomendamos seguir nuestras redes sociales.

Leemos sus comentarios y sugerencias, ¡Muchas gracias por leer!

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