XED! – Museo Casa Rosada en Monserrat, Comuna N.º 1 de CABA, Argentina.

La Ciudad De Buenos Aires tiene más de 450 años de historia ininterrumpida. Lamentablemente, el pasado colonial y los primeros pasos urbanos que dio la ciudad se perdieron con el devenir del tiempo y la modernización de cada uno de los barrios tradicionales. Son pocas las edificaciones que resisten desde aquellas épocas.

Pero… Buenos Aires da sorpresas. Es posible viajar dentro de la historia nacional en un conjunto arquitectónico patrimonial y moderno justo por debajo de la Casa De Gobierno o Casa Rosada. Es momento de descender hasta las bases de la vieja aduana y conocer el flamante Museo Del Bicentenario o Museo Casa Rosada.


¿QUÉ ES?

Un museo histórico sobre el contexto nacional durante toda la historia del país, sedeado dentro de una moderna edificación que combina partes del Parque Colón y restos de la antigua “Aduana Taylor” de 1855. El archivo del museo va desde objetos de uso común hasta obras de arte alusivas a la historia local.

Sector central del museo.

¿CÓMO LLEGAR?

La ubicación del lugar es privilegiada. Se encuentra sobre la Avenida Hipólito Yrigoyen, casi en su intersección con las avenidas Paseo Colón y La Rábida. Nos encontramos solamente a 150 metros de la Plaza De Mayo, sitio que solemos tomar como punto cero para este apartado dentro de las entradas de XED! La llegada a pie es sumamente sencilla.


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Para llegar en el sistema de metro de la ciudad (Subte) tenemos tres opciones. Las líneas A, D y E llegan hasta la Plaza De Mayo, ya sea en su cabecera oeste como en su lateral este. Debemos aparte recordar que estas líneas tienen conexión inmediata con Estación Retiro (Línea E) y Estación Once-Plaza Miserere (Línea A) e indirecta con Estación Constitución (combinación con Línea C por las tres anteriores).

Las líneas de ómnibus (colectivos) que llegan hasta los alrededores son los servicios N.º 7, 8, 22, 28, 29, 50, 56, 64, 86, 91, 105, 111 y 126 (Plaza De Mayo) y las líneas N.º 33, 61, 62, 74, 93, 130, 143, 152, 159 y 195 (Avenida Paseo Colón). Destacamos la N.º 91 (de la empresa DOTA en verde y blanco) como una interesante opción para llegar desde el sur de la ciudad o la zona de Estación Plaza Constitución.

Si se llega en transporte particular sugerimos evitar la zona aledaña en lo que se refiere al estacionamiento en la vía pública generalmente medido y pago. Hay varios estacionamientos privados en las calles laterales a la Plaza De Mayo. Se puede llegar también en taxis, Uber o Cabify. También otras aplicaciones funcionan en la zona. La llegada en bicicleta también es posible.


RECORRIDO

Un pequeño edificio (en apariencia) de un solo piso y revestido con placas metálicas y grandes ventanales es la primera imagen que vemos del local. El título “Museo Casa Rosada” y su logotipo indican el ingreso, siendo que hace pocos años el cartel se mencionaba como “Museo Del Bicentenario”, su nombre original.

Después de atravesar el pórtico de entrada, un pasillo hacia la derecha nos lleva a una pequeña revisión de seguridad que desemboca en una gran escalera central. Hacia el norte podemos apreciar desde el nivel del suelo toda la dimensión del museo y su esplendor viendo casi todos los espacios del mismo. Podemos descender a la parte baja desde un ascensor adjunto a las escaleras, aunque recomendamos intentar utilizar las escaleras para reservar este medio para las personas que realmente lo precisen.

La parte baja del museo se erige alrededor de un gran espacio central, franqueado por una extensa galería hacia la izquierda y una pequeña pared a la derecha. Este sector en general se encuentra liberado para la circulación, solamente interrumpida por algunos objetos históricos como carruajes, automóviles presidenciales oficiales y algunos de los pilares exteriores de la Aduana Taylor sobre el muro oeste.

Parte central desde la galería interna. Se puede observar las columnas de la galería externa y, al fondo, el cubículo que alberga la obra “Ejercicio Plástico”.

Sobre la extensa galería, que formaba parte también de la aduana, se va explicando cronológicamente la historia argentina. De sur a norte, la historia comienza desde las primeras fundaciones de la ciudad emparentándolas con las invasiones inglesas y la Revolución De Mayo de 1810 hasta la llegada del Bicentenario de dicho acontecimiento en el 2010 a través de catorce salas o compartimientos abordados dentro de la galería.

Cada pequeña sala recorre un capítulo de la historia argentina de forma excepcional. La muestra está nutrida por objetos tales como documentos escritos, mobiliario de época, bastones presidenciales, piezas artísticas o “biromes” presidenciales que materializan los datos expuestos en infografías y archivos audiovisuales. Las salas se mantienen casi en penumbras, en un ambiente que podría parecer hasta lúgubre pero logra centrar la atención en la muestra.

Salas en donde se lleva a cabo la exhibición permanente.

Otro detalle que nos llamó poderosamente la atención es lo bien que se integran las ruinas de la Aduana Taylor con la construcción moderna. El techo vidriado del lugar da luz natural a casi todo el museo prácticamente sin tocar la estructura original. En varios tramos del suelo vemos cristales que dejan en evidencia el piso original del lugar y algunos de los “tesoros” que esconde.

Suelo original de la Aduana Taylor.

La Aduana Taylor (oficialmente Aduana Nueva) comenzó a construirse en 1855, proceso que duró hasta 1857, a cargo de Edward Taylor sobre las entonces costas del Río De La Plata. Su operatividad duró apenas 37 años.

La falta de obras complementarias planeadas que buscaban proteger la aduana de los embates del Río De La Plata condenó su uso. A día de hoy se pueden apreciar las dos galerías que poseía la edificación bajo la barranca natural del río.


En nuestra opinión los artículos que se llevan gran parte de la atención son los varios carruajes presidenciales, los sillones (también presidenciales) y el Cadillac 67X que perteneció a Juan Domingo Perón. Hay algunos detalles casi anecdóticos, como algunos artículos peculiares que pertenecieron a ciertos presidentes durante la década de 1990 o los que pertenecieron a Néstor Kirchner como lapiceras “Marca Bic” negras o una hermosa camiseta del Racing Club De Avellaneda (¡VAMOS LA ACADEMIA!)

Sin palabras. La camiseta del primer grande.

Sobre la pared final (norte) del museo encontramos una pequeña confitería que cumple con las necesidades del lugar. Frente a ella, de forma permanente, hay un pequeño cubículo que permanece herméticamente cerrado con acceso por una estrecha puerta. Su interior alberga una joya artística sin igual en el país.

Dentro del cubículo encontramos una icónica obra del muralista mexicano David Siqueiros en colaboración con artistas de la talla de Lino Spilimbergo, Juan Carlos Castagnino, Antonio Berni y Enrique Lázaro. La obra es simplemente increíble.


Pintado en 1933 en el sótano de la Quinta Los Granados de Don Torcuato, Provincia De Buenos Aires, bajo el pedido expreso del fundador del “Diario La Crítica” Natalio Botana para su residencia. El mural fue llamado “Ejercicio Plástico” por el mismo autor.

Luego de varios años en el olvido fue redescubierto hacia la década de 1970, llegando a realizarse gestiones internacionales desde México para preservar la integridad patrimonial de la obra. La casona que albergaba el sótano fue demolida, no sin antes retirar en varios volúmenes los frescos y almacenarlos en despachos gubernamentales por casi veinte años.

En 2008 fueron enviados al museo, para que en 2009 se restaurara la obra tal como lo soñó David Siqueiros.


La salida del museo es por la misma puerta de entrada. El uso razonable de los espacios del lugar favorece muchísimo la circulación y hace que la visita sea de lo más amena.


A TENER EN CUENTA…

ACLARACION: Por la situación actual (Pandemia COVID-19) muchos de los puntos podrían no presentarse de forma tal, por esto recomendamos consultar a organismos oficiales. La visita se dio en tres momentos distintos desde Marzo del 2015 hasta Enero del 2020, bajo modalidades previas a la vida pandémica.

  • La entrada al museo es gratis. Lo único que se exige a la entrada es una mínima revisión de rutina para mochilas u otros objetos personales.
  • El edificio es totalmente accesible en todas las orbitas posibles. Prácticamente no existen escalones, los elevadores funcionan perfectamente y todos los datos e infografías están expresados en braille. Es notorio como el edificio se creó con ese fin, no debiendo reconvertirse como en otros casos.
  • El pasillo de entrada es un poco estrecho. Nada que complique la circulación, aunque llama la atención.
  • Los baños se encuentran en perfecto estado. Espaciosos, accesibles y limpios. Se encuentran a la derecha del espacio central, casi en el centro.
  • Los pilares de la antigua Aduana Taylor y su galería son ideales para los amantes de la fotografía. La propia naturaleza del lugar en consonancia con la iluminación empleada crean instantes dignos de ser fotografiados.
  • La exhibición permanente es completa, precisa y perfectamente comprensible sin poseer demasiados conocimientos previos. Sé de algunas personas que “denuncian” una leve inclinación en el relato histórico a favor de gobiernos del Partido Justicialista y especialmente del binomio Kirchner (quienes gobernaban durante la inauguración del lugar). Particularmente no lo notamos, aunque dejamos a interpretación personal este detalle.
  • La cafetería cumple las expectativas del lugar. Los precios también son acordes a la realidad del museo.
  • Visitar el “Mural De Siqueiros” suele estar acompañado a una extensa fila de espera, considerando que la delicada obra debe ser visitada en grupos reducidos y por tiempos poco prolongados para garantizar su preservación. Más allá de esto recomendamos esperar el tiempo que sea necesario, la obra lo merece por su característica excepcional.
  • El área central del museo suele incorporar muestras temporales. En los medios de comunicación del lugar son publicadas asiduamente.
  • Una sorpresa que hace un tiempo nos llevamos los porteños es el cambio de nombre del museo. En un primer momento el local se llamó “Museo Del Bicentenario” en consonancia con los festejos del bicentenario de la Revolución De Mayo de 1810Cambio de gobierno mediante, la institución pasó a llamarse “Museo Casa Rosada” y así se llama hasta hoy. Bajo nuestra visión el nombre original hacía justicia a lo que muestra el museo y su contexto histórico, sumado a la costumbre ya asentada de llamarlo “Museo Del Bicentenario”.

Así termina el recorrido por el Museo Casa Rosada. A gusto personal, es uno de los museos más completos del país en cuanto a la narrativa histórica de nacional desde 1810 en adelante. Su simpleza y modernidad suman muchísimo a la hora de querer conocer de cerca nuestra historia.

La próxima semana volvemos al interior de nuestro país ¡Los esperamos! ¿Nos acompañan?

Leemos sus comentarios y sugerencias, ¡Muchas gracias por leer!

6 pensamientos en “XED! – Museo Casa Rosada en Monserrat, Comuna N.º 1 de CABA, Argentina.”

  1. Me encanto que esté todo super bien explicado! Se me ocurre que es una re buena opcion para una de esas tardes en casa que no se que hacer, pero quiero hacer algo distinto 🙌🏼
    Muy interesante

    1. ¡Muchísimas gracias Marta!¡Totalmente! Es una opción que no se conoce tanto, pero para los que vivimos en la ciudad puede ser interesante. Más allá de la muestra en sí el lugar es increíble por la integración de la antigua Aduana Taylor con la estructura moderna ¡Ojalá puedas conocerlo pronto!

  2. Como siempre muy clara y completa la publicación, no tengo la suerte de conocer aun el museo pero me despertó mucha curiosidad

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