¿De dónde viene el humano? Quizás se podría responder esta pregunta adentrándose en lo más objetivo de la cuestión, nombrando los innegables detalles médicos o científicos que delimitan nuestra existencia y permanencia en esta realidad. Pero… ¿Si lo llevamos a nuestra historia?
Tal vez ahí nos toca ahondar en el día de hoy. En sueños, esperanzas, ilusiones y desesperación que lanzaron al mar miles de vidas para recalar en costas rioplatenses sin saber que les deparaba este rincón del mundo. Hoy nos disponemos a caminar los mismos pasillos que, entre felicidad y dolor, caminaron nuestros abuelos… Bienvenidos al MUNTREF Museo De La Inmigración.
¿QUÉ ES?
Un polifacético museo sedeado en la edificación que funcionó como hotel de inmigrantes porteño entre los años 1911 y 1953. Recinto que no sólo alberga la muestra permanente del museo, sino también varias salas dedicadas a propuestas artísticas casi siempre relacionadas con la temática. Institución comandada por la Universidad Nacional De Tres De Febrero (UNTREF).
¿CÓMO LLEGAR?
El museo se encuentra en Av. Antártida Argentina sin numeración, por lo cual es conveniente tener en claro como arribar correctamente. Entonces, partiremos desde Plaza De Mayo hacia la Avenida La Rábida con dirección hacia el norte. Siguiendo por esta avenida (que luego se empezará a llamar Avenida Leandro N. Alem) tomaremos la última sección de la Avenida Corrientes en dirección este por trescientos metros. En este momento llegaremos a la Avenida Alicia Moreau De Justo, frente al Barrio De Puerto Madero.
Una vez allí seguiremos hacia el norte por casi un kilómetro hasta llegar al ingreso del museo. La vía pasará a llamarse Avenida Antártida Argentina y nos daremos cuenta de la dársena de ingreso al museo al ver algunos carteles y el ingreso compartido con la Oficina Nacional De Migraciones. Son 2,5 kilómetros de recorrido en ámbito urbano y totalmente asfaltados. Debemos tener en cuenta el tránsito, sobre todo durante días laborables.
El transporte público presente se centra en las cercanías de la Estación Retiro del Ferrocarril Mitre y el Ferrocarril Belgrano Norte. La misma estación de ferrocarril conecta a pocos metros casi todo el norte del Gran Buenos Aires, así como también conexiones con la Línea C (Estación Retiro) y Línea E (Estación Retiro) de “Subte”. Las líneas de ómnibus (colectivos) N. ° 7, 9, 20, 22, 23, 26, 28, 33, 50, 56, 70, 91, 92, 99, 100, 101, 106, 108, 109, 115, 129, 132, 143, 152 y 159 entre otros. También la Estación Terminal De Ómnibus de Retiro conecta el sitio con el país a través de servicios de media y larga distancia.
La presencia de taxis es constante, al igual que la disponibilidad de plataformas virtuales como Uber, Cabify, Beat o Didi.
RECORRIDO
El clima empezaba a enfriarse en esa soleada tarde de abril en nuestra ciudad. Una de esas última tardes prístinas nos dedicamos a saldar una deuda pendiente con nosotros mismos. Como muchos de los que habitamos este país, nuestros antepasados viven en la memoria de los largos y tediosos viajes en embarcaciones repletas que surcaban el Océano Atlántico en huida de los terrores vividos en suelo Euro-Asiático.
En ese contexto, Argentina surgía como una tierra de oportunidades al fin del mundo. Ese naciente territorio anhelado de clima templado y tierra fértil fue el puerto de tantos europeos y asiáticos como de estrellas en el cielo. Hoy estacionamos nuestro vehículo frente al embarcadero que los recibía. Una fotografía en una placa nos exhibe la llegada de uno de aquellos navíos, en paralelo a la apacible calle que hoy caminamos y en contraste con la agitación de aquel día hacia principios de 1900.
Entre las copas de la arboleda que lo rodea surge el Ex Hotel, una mole maciza de tres pisos con su inconfundible planta rectangular. Sus detalles de estilo italiano (Beaux Art según la todo poderosa Wikipedia) le agregan magnificencia a un complejo que, a simple vista, podríamos confundir con un hospital. Su presencia en conjunto con el parque cerrado y las cercanas instalaciones del ejército se encargan de tirar las costas del Río De La Plata de la escena… solo por ahora.
Si bien el primer Hotel De Inmigrantes funcionó en varios edificios desde 1857, la incesante llegada de nuevos habitantes a suelo argentino obligó a las autoridades a una reacción a la altura después del colapso de la reducidas estructuras de acogida. El último hotel “temporal” funcionó donde hoy se encuentra la actual estación de ferrocarril de Retiro, siendo trasladado el hotel a su ubicación actual.
Comenzado en 1906, pero recién terminado en 1911, el actual edificio de hormigón contaba con todas las comodidades posibles en su tipo para la época. El complejo se organizaba en diversas divisiones que sectorizaban todas las actividades necesarias a realizarse a la llegada de los viajantes. De gran similitud con un hospital de época, procuraba prever el advenimiento de enfermedades, la higiene personal y la adaptación de los recién llegados a la cultura local. La mayoría de las capacitaciones se centraban en dar enseñanzas sobre la vida rural, principal destino de gran parte de los recién llegados.
Sobre el lado más corto al sur de aquella planta rectangular se accede al edificio. Hay un ascensor, convenientemente instalado, que conecta cada piso. Nosotros decidimos ascender por las escaleras (originales) del lugar. Esas mismas escaleras que miles de anónimos recorrieron alguna vez hoy aún conservan el tinte nostálgico de situaciones contadas pero no vividas. La iluminación artificial anaranjada se contrapone con la luz que entra del vitral en cada descanso y se anexa a la escena.
Llegamos al primer piso para admirar una de las exposiciones artísticas temporales que engalanan el centro. Es una sala pequeña. La curiosa muestra roba temporariamente nuestra atención, haciendo de “Palmeras” su foco principal y dándole una interpretación completamente nueva. Seguimos luego por escaleras al tan ansiado piso superior, aquel que es imagen de todos los flashes históricos y actuales.
Esa segunda planta se encuentra repleta de visitantes, muchos admirando la extensa colección de propuestas artísticas directamente relacionadas con la inmigración. Se suceden entre las salas alusiones al agua, al mar, las fronteras, los miedos, las ilusiones… El aroma a humedad persiste mientras, ahora si, el río nos vigila en cada ventana hacia el este. Todo componente plástico o audiovisual es la antesala a la muestra permanente de mayor interés para el visitante.
Luego de caminar el corredor que se inmortaliza en miles de libros de educación escolar nacional, se llega hacia nuestra izquierda al sector dedicado íntegramente al archivo histórico del museo. Un estante con cientos de fichas de ingreso se ve sucedido por decenas de biblioratos en donde están asentados los ingresos y egresos de miles de personas al país. Laudes, libros, cuchillos y muñecos de quienes vivieron allí están en exposición eterna.
Las fotografías se suceden en paredes que comentan los años en los que permaneció el lugar en actividad. Televisores muestran algunos de los archivos fílmicos que aun subsisten. Todo tipo de elementos perdidos o donados están allí para nuestro deleite. Algunas de las camas que vieron las primeras noches de muchos “Vecinos” en el país son de los objetos más preciados del museo.
La sala nos invita a retirarnos. En la planta baja un nutrido grupo de visitantes espera su turno para saber si sus familiares pasaron noches (o al menos por allí ingresaron) en el edificio. Hay alegrías de parte de quienes los encontraron y desazón de otros. Al llegar mi turno puedo posicionarme en el grupo de los alegres… me retiro por ese mismo patio que vieron mis abuelos con la certeza de que así fue.
La memoria es una parte indivisible de nuestra condición de ser humano, sin embargo suele componer el elemento más intangible del mismo. Borrosa, difusa muchas veces olvidada y modificada a necesidad. Su preservación es un acto de dignidad y así queremos definir a este museo. Paredes entre las que se guarda la dignidad de miles que apenas rondan en la memoria perdida de unos pocos.
A TENER EN CUENTA…
ACLARACION: Por la situación actual (Pandemia COVID-19) muchos de los puntos podrían no presentarse de forma tal, por esto recomendamos consultar a organismos oficiales. La visita se dio durante el mes de Abril de 2022, durante un periodo de reapertura gradual de las actividades recreativas.
- El ingreso al museo es libre y gratuito. Los horarios de apertura del mismo son de Martes a Domingo desde 11:00 Hs. a las 18:00 Hs.
- En determinados días el museo puede permanecer cerrado. Para ello recomendamos estar al tanto de las novedades en la página del mismo (aquí) o en la aplicación para móviles de Museum View MUNTREF.
- Dicho sea de paso… Museum View MUNTREF es la aplicación para móviles de los museos pertenecientes a la Universidad De Tres De Febrero (UNTREF) en la que encontrarán horarios, información y experiencias inmersivas sobre cada uno de los centros de la universidad nacional. Muy recomendable.
- El museo cuenta con instalaciones totalmente accesibles. Desde el mismo ingreso a nivel de la vía pública podemos movilizarnos sin problemas dentro de todo el complejo.
- Cuenta también con baños públicos. No solamente los encontramos en la planta baja, sino también en la última planta que concentra la mayoría de las muestras.
- También cuenta con estacionamiento libre al ingreso del mismo. Si bien se da sobre una pequeña dársena en la vereda (fuera del predio del museo) la misma cuenta con seguridad local durante todo el tiempo que la institución permanece abierta. Sumamente seguro.
- Se pueden tomar también visitas guiadas. Las mismas deben ser solicitadas al correo electrónico de dicho museo indicando fechas y disponibilidad horaria.
- Dentro del lugar no contamos con comercios de venta de comestibles o similares. Los alrededores también son un poco estériles en esta cuestión.
- El parque se presta a poder tomar unos “Mates” a la sombra de algún árbol. Desconocemos sobre los permisos para poder hacer esto, aunque parece bastante factible teniendo en cuenta la realidad descontracturada del lugar.
- Ahora si… en cuanto a la posibilidad de encontrar a tus antepasados en los registros vamos a dejar en claro ciertas cosas:
- Deben acercarse a la oficina en planta baja desde donde parten las escaleras. Les pedimos paciencia en la fila… muchas personas acuden a realizar el trámite y saber lo mismo que nosotros queremos.
- Una vez llegado nuestro turno en el mostrador se nos preguntará por los datos: Primariamente un nombre o apellido, alguna fecha, país de procedencia o edad. Cualquier dato puede ser de vital importancia para poder reconocer un familiar. Como dato color… el familiar que pude identificar no contaba con nombre, solo con su edad y país de procedencia. Fue identificado luego por apellidos y el nombre de su madre.
- Una vez identificado se mostrará en una pantalla. Posteriormente nos entregarán ese diploma que vemos en la imagen de arriba, certificando la acción.
- El proceso es íntegramente gratuito.
Se va una nueva entrada sobre otro de los museos de la ciudad que teníamos en el tintero. Saber un poco más sobre una parte sumamente trascendental de nuestra historia nos parecía necesario de ser retratado en este espacio. Hay muchos colectivos y organizaciones dentro de la ciudad que aún buscan conservar viva la memoria de tiempos pasados.
Por hoy terminamos esta entrada. Esperamos que estén presentes el próximo viernes, para seguir disfrutando y conociendo lo que nos brinda ¿Nuestra ciudad? ¿Tu provincia? ¿El país? Lo sabremos en la próxima entrada. Por ende los esperamos aquí, a las 20:30 Hs. como de costumbre.
Leemos sus comentarios y sugerencias, ¡Muchas gracias por leer!
Excelente, como siempre, es un gusto leer estas entradas con tantos exquisitos detalles de cada lugar visitado, me motiva a conocerlos personalmente.