Casi toda localidad argentina que se recueste sobre alguna elevación (lomas, laderas, sierras, cordilleras, etc.) cuenta con un pequeño rincón desde donde reluce una cruz católica que rige desde las alturas toda el área circundante a sus pies. Villa Sanagasta, en la Provincia De La Rioja, no es la excepción a la regla que caracteriza estas poblaciones.
A sólo algunos metros de la tranquila zona central sanagasteña, sus calles y senderos nos invitan a subir por un pequeño manantial hasta lo alto de una loma consagrada con esta figura. De vistas sobrecogedoras, la ciudad yace a sus pies después de una caminata relajada de pocos minutos. Inicia la Costa Riojana, y su vista nos dice todo…
¿QUÉ ES?
Un sendero conformado por el Vía Crucis que lleva hasta lo alto de las estribaciones de un cerro adyacente a la localidad de Villa Sanagasta. De baja intensidad, poca extensión y rápido recorrido, es una de las opciones más sencillas para visitar desde la localidad. Antecede el circuito una gruta dedicada a Nuestra Señora De Lourdes.
¿CÓMO LLEGAR?
Nuestro punto de partida dentro de la localidad será la Plazoleta General San Martín, justo frente a la Iglesia Virgen De La Merced. Desde allí continuaremos hacia el oeste por la Calle Virgen India por cien metros hasta la Avenida Carlos M. Álvarez. Siguiendo al norte por esta avenida llegamos hasta su intersección con la Calle San Martín (o su continuación hacia el oeste) luego de doscientos metros. Siguiendo por la última calle hacia el oeste nos topamos con la gruta y el camino.
Hay algunos símbolos que marcarán que este es el camino a seguir. El primero es la presencia de la plazoleta que forma el “Alto Colorado” o “Bordo Colorado”, marcada durante nuestra visita por un cartel que inscribía “Chayero Sanagasteño” en honor a la fiesta popular del cual adjuntamos una imagen. Frente a este lugar encontramos también una hostería.
Se puede llegar en vehículo propio, a pie o en bicicleta. No hay cobertura de aplicaciones de movilidad como Uber, Cabify, Beat o Didi.
Desde la Ciudad De La Rioja, partiendo de la Plaza 25 De Mayo, vamos hacia el norte por alguna de las calles que corren hacia esta dirección (sugerimos Calle Catamarca) hasta la Calle 8 De Diciembre que seguiremos hacia el oeste. Llegando a la Avenida Yacampis iremos por ella hacia el oeste mientras que se convertirá paulatinamente en la Avenida Ramírez De Velazco. La avenida se renombrará como Ruta Nacional N. ° 75, la que luego de veintiocho kilómetros, nos dejará en Villa Sanagasta.
Hay varias entradas a la localidad. Recomendamos tomar el ingreso de la rotonda que forma la Ruta Nacional N. ° 75 y la Avenida Carlos M. Álvarez, vía que hacia el norte nos dejará incorporarnos al recorrido que contamos en el primer párrafo. Todo el recorrido es asfaltado, en ruta de dos carriles (ida y vuelta), con algunas zonas sinuosas y de veintiocho kilómetros en total.
Al igual que dentro de Villa Sanagasta, se puede llegar en vehículo propio, a pie o en bicicleta. No hay cobertura de aplicaciones de movilidad como Uber, Cabify, Beat o Didi. Hay un servicio de “Combis” privadas desde la Terminal De Combis de la Ciudad De La Rioja. Consultar horarios en el lugar.
RECORRIDO
Una tarde de verano en Villa Sanagasta (y cualquier localidad riojana) es una invitación a la siesta. Las calles se vacían y una población tranquila se vuelve desierta. Ante semejante panorama (llegamos pasado el mediodía) decidimos recurrir al único establecimiento público abierto… la Oficina De Turismo local. Fuimos calurosamente atendidos por una asistente del local que amablemente nos señaló… ¡NADA!
Vamos a explicar… para la pequeña localidad la temporada comienza posterior a la primera quincena del mes de Enero, por esto mucho de los atractivos se encuentran cerrados. Sumamos a eso problemas en el sistema de salud local y las altas temperaturas durante el verano. Sanagasta estaba desierta y no había nada para hacer, solo restaba almorzar y esperar la siesta pero… ¿No había nada para hacer?
Ante semejante marco natural y cultural no podíamos aceptar esta respuesta. Mirando a nuestro alrededor encontramos sobre una saliente rocosa rojiza una cruz que resaltaba en lo alto de las estribaciones del pueblo. Si hay una cruz, probablemente exista un camino hacia ella con vistas increíbles. Empezamos a seguir a ojo este símbolo. El único vecino que encontramos en el camino nos lo confirmó… Existía un camino.
Llegamos hasta la base de la lomada. Nos sorprende la vegetación y el murmurar de un canal que baja raudo desde las alturas rebosando agua cristalina. De lejos se deja leer el cartel: “Gruta Nuestra Señora De Lourdes”, con la figura de la santa entre las rocas rojas y los bancos de oratorio para los feligreses. Todo el perímetro lo demarca el canal que separa la vereda del resto del terreno, un poco más alto que la calle. Como imaginarán no hay nadie, seguimos solos.
De pronto vemos dos vecinas tomando un Fernet lleno de hielo para hacer frente al calor riojano. Preguntamos y nos dicen que tras la gruta está el camino que nos lleva a la cruz, el “Vía Crucis” de Villa Sanagasta. Ahí pasamos a saber que son solo quince minutos de subida. Andamos algunos metros más y los primeros peldaños en piedra aparecen en conjunto con un cartel sobre un viejo poste. Empieza la subida.
De ahí en más aparece el portal de pilares en piedra que delimita el punto cero del recorrido religioso. La ascensión es constante más no tan pronunciada. Ya desde los primeros metros nos regala vistas increíbles del valle, la localidad y el Cordón Oriental de las Sierras De Velazco. Las primeras estaciones del Vía Crucis (marcadas por cruces e inscripciones) pasan rápidas ante un suelo abrasador en cuanto al terreno y el calor que emana.
La décima estación nos regala una de las vistas más prístinas que tuvimos el placer de observar en la Provincia De La Rioja. Entre breas y algarrobos, el último tramo de sendero se complejiza al desdoblar el camino ya no tan marcado como en el principio. Hay zonas en las que la huella desaparece y hay que confiar en el juicio para no cometer errores. Sin embargo, en ningún momento pasa a ser una caminata compleja. Siempre de bajo impacto.
Al llegar al final, la vista en trescientos sesenta grados nos abre un panorama espléndido que nos permite entender la geografía local por completo. La cruz reluce en lo alto de la loma y desnuda todo el valle. Llegamos a divisar algunas de las construcciones destacadas de Villa Sanagasta. La Iglesia sobresale sobre el resto de las construcciones altas. En contraposición, toda la zona baja contraria al cerro muestra el Camping Municipal y su quebrada.
Bajamos por el mismo sendero, siempre manteniendo el cuidado preciso entre tanta piedra suelta. Tal vez la bajada nos demande un poco más de rendimiento en cuanto a la dificultad que puede presentar. La vista es bastante similar, aunque con la ventaja de tener la visión siempre al frente permitiendo ir descendiendo con el paisaje. En pocos pasos estamos de nuevo en el pórtico de entrada al lado de la gruta.
Salimos de esta opción sencilla. Una simple caminata de pocos minutos que nos regalará vistas soñadas de un lugar bucólico ya de por sí. Nos dijeron que no había nada para hacer en Villa Sanagasta una tarde de Enero, a lo que nosotros respondimos caminando y encontrando uno de esos rincones que tanto nos gusta… Nos encantó La Rioja por cosas como esta.
A TENER EN CUENTA…
ACLARACION: Por la situación actual (Pandemia COVID-19) muchos de los puntos podrían no presentarse de forma tal, por esto recomendamos consultar a organismos oficiales. La visita se dio durante el mes de Enero de 2022, durante un periodo de reapertura gradual de las actividades recreativas.
- La entrada al camino es libre y gratuita al igual que su permanencia. No hay ningún tipo de control a la entrada y mucho menos en el camino.
- En contraposición, esta característica “natural” hace que no existan demasiados servicios de soporte en alrededores. No hay baños públicos ni demasiados comercios cercanos.
- Para estacionar con vehículo particular tenemos toda la calle exterior a la gruta. No hay ningún inconveniente ni problema en cuanto a la seguridad.
- La accesibilidad es nula, condición totalmente entendible en su calidad de sendero. De hecho recomendamos extremar cuidados en la subida, más allá de lo sencillo y corto que pueda ser el recorrido.
- Por esto también sugerimos contar con calzado adecuado para emprender la caminada. También los ya conocidos bastones de trekking pueden ayudar al caminante.
- Llevar agua es necesario, más teniendo en cuenta el calor de Enero que sufrimos durante la visita. También subir con mate, café o cualquier otra “merienda” puede ser una opción atinada.
- Les diríamos que es un lugar ideal para fotógrafos, pero creemos que las fotografías que pudimos tomar hablan por sí solas.
- La oficina de turismo nos atendió de la mejor manera posible. Más allá de que no nos hayan ayudado demasiado, entendemos que la situación que vivía por aquellos días la localidad terminaba condicionando las actividades que podíamos llevar a cabo.
- Desde la cumbre parten otros caminos hacia cerros linderos. Por falta de tiempo y desconocimiento decidimos no aventurarnos hacia allí.
- Creemos que ya no tenemos que aclarar que debemos preservar el ambiente, sin sustraer nada que encontremos en el sendero ni dejar nuestros desechos en el camino.
Nos vamos después de inaugurar las entradas de esta apacible localidad riojana. Villa Sanagasta nos hizo acordar a las primeras fotografías que vimos de la tucumana Tafí Del Valle, otra población de fin de semana entre montañas para muchos habitantes de sus respectivas capitales provinciales. Llena de recodos para conocer, disfrutar y descansar.
Mientras nos acercamos al XED! N. ° 50, vamos conociendo más lugares para visitar en el día. Si todo marcha como planeamos, la semana que viene volvemos al vasto territorio de la Provincia De Buenos Aires con sus verdes campos, ciudades vibrantes y pequeños pueblos. De igual manera… ya tenemos destino para el “Cincuenta”
Leemos sus comentarios y sugerencias, ¡Muchas gracias por leer!
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