En nuestro largo trajinar en este proyecto hemos visitado varios edificios de carácter público, muchos de ellos destacados por sus características arquitectónicas, históricas, culturales y artísticas. Algunas veces su misma vocación pública nos impide las visitas para conocer su interior o sus razones más íntimas. Si esto no lo solíamos realizar en Argentina, menos lo esperábamos lograr en otra nación.
Así es como esa tarde gris de Febrero en Montevideo se nos abrió la puerta a conocer un punto distinto. Sabíamos de la existencia del soberbio edificio que es sede de la Intendencia De Montevideo, pero desconocíamos la existencia de su mirador en su mayor altura. Hoy vemos la capital desde lo alto… desde el Palacio Municipal.
¿QUÉ ES?
La sede del organismo ejecutivo del Departamento De Montevideo. Edificio ecléctico con toques de Art Deco y algunas características neoclásicas, se habilitó en 1944 y hoy se corona como una de las mayores alturas de su región con cerca de setenta y ocho metros. En la actualidad lo podemos visitar mediante su mirador en la última planta, con vistas privilegiadas de toda la ciudad.
¿CÓMO LLEGAR?
Partimos desde el siempre presente punto cero en la ciudad, la Plaza Independencia. Desde allí simplemente debemos tomar hacia el noreste la famosa Avenida 18 De Julio, siguiendo por un kilómetro y doscientos metros hasta el frente del edificio sobre la misma avenida. Si bien el ingreso está sobre la Calle Soriano (la cuál también podríamos tomar) todo el palacio ocupa una gran manzana. Por obvias razones, todo el camino se da en zona urbana y totalmente asfaltada.
En cuanto al transporte público, destacamos la presencia de varios ramales de ómnibus (colectivos) urbanos en los alrededores. Sobre la misma cuadra del Palacio Municipal encontramos la presencia de las líneas N. ° 21, 60, 62, 64, 104, 117, 180, 187 y 188, además de los ramales CE1, DE1, DE10 y DE11, todos sobre la Avenida 18 De Julio. Sobre la Calle Ejido las líneas de ómnibus N. ° 149 y 522 se suman a las anteriores. Ya en la Calle Soriano las líneas presentes son las N. ° 141, 144, 407, 409 y 427. Como se puede observar, la centralidad del local le da excelente acceso a toda la ciudad mediante este medio de transporte.
Existen aplicativos móviles con frecuencia en el área como Uber y Cabify. También tenemos fuerte presencia de taxis con valores similares a las aplicacioens para celulares. Caminar o llegar en bicicletas es totalmente posible.
RECORRIDO
Ese ansiado fin de semana de Carnaval encontraba a la Ciudad De Montevideo en un letargo típico de estas fechas. Una ciudad que permanecía casi vacía durante las mañanas se despertaba tímidamente a media tarde, mientras oscurecía y se contagiaba de tablados que festejaban la fiesta de Momo. Esa misma tarde, todavía más aletargada por el clásico Peñarol Vs. Nacional, buscábamos qué hacer en una ciudad sitiada por la circunstancia. Una oficina de turismo local vino al rescate.
La amable agente allí presente nos recomendó conforme a nuestros planes (de recorrer el Barrio Sur y la mundialmente famosa Rambla) visitar el mirador de la Intendencia De Montevideo a poca distancia de donde nos encontrábamos. No teníamos demasiada información sobre el lugar y menos aún sabíamos que permanecía abierto más allá del feriado. Lo decidimos rápidamente y caminando por “La Dieciocho” Distinguimos su figura a la distancia.
Con concepción por el lejano año 1930, el Palacio Municipal es la sede oficial del gobierno del propio Departamento De Montevideo. Las leyendas (entendemos que con cierta veracidad) dicen que el edificio se levantó sobre el primitivo Cementerio Inglés de la ciudad, comenzando sus obras en 1935 luego de que el predio ya fuera adquirido de parte municipal hacia varios años.
Obra de Mauricio Cravoto, fue culminada en 1944 difiriendo en gran parte con la idea original del arquitecto. Durante varios años prosiguieron las obras hasta que en 1958 se logró concretar finalmente el edificio. Por otro lado, el atrio que da hacia la Avenida 18 De Julio recién fue completado hacia finales de 1970.
Llegamos a la base del imponente edificio sobre la avenida icónica de la ciudad. Una gran explanada precede a la construcción en sí, que se deja ver entre dos bloques conectados por un amplio encolumnado liso conformando un atrio. Por detrás, las veintiséis plantas que se elevan en el cuerpo central de la Intendencia nos demarcan donde se encuentra el mirador. Bajo nuestros pies hay un complejo subterráneo de garajes mientras por las alas laterales se hospedan las oficinas necesarias para el poder ejecutivo departamental.
El ingreso no es sobre este frente sino sobre la Calle Soriano, haciendo que la Calle Ejido nos comunique con esta arteria. Mientras caminamos sobre el lateral vemos la fachada totalmente cubierta de ladrillo rojo. De a poco se comienzan a ver los grandes ascensores que suben a rauda velocidad hacia los pisos superiores totalmente vidriados. Enormes escalinatas nos ayudan a llegar hacia el ingreso totalmente despoblado en aquel día. Nos preguntan por nuestro nombre y nos piden una identificación, después de tomar nota avanzamos a los ascensores para ingresar al ansiado mirador.
Ingresar en aquel elevador traslúcido es internarse hacia las alturas montevideanas viendo siempre al río como telón de fondo. Los barrios uniformes como Cordón y Barrio Sur pasan a verse como un enjambre de casa bajas entre espesas arboledas que demarcan las calles, a la distancia la línea de costa nos deja divisar Punta Carretas, Pocitos, Buceo y el lejano Malvín. Con la ciudad a nuestros pies llegamos al tope de la Intendencia y entramos al mirador propiamente dicho. Del otro lado del salón la terraza nos invita a ojear lo que hasta ahora está a nuestras espaldas. Nos acercamos.
En esta panorámica el Palacio Salvo resalta altivo entre el resto de la ciudad. A lo lejos, el Palacio Legislativo centraliza nuestra atención por poco tiempo. Es que a nuestros pies (o eso parece) la Bahía De Montevideo reluce ante la claridad del día moteada por cientos de embarcaciones. El control en la otra costa parece ser exclusividad del Cerro De Montevideo y su fortaleza que se elevan sobre la ciudad. A lo lejos los caseríos se empiezan a confundir con los campos ondulados que dicen presente en casi todo el país. El espacio de límites vidriados y letreros explicativos nos invita a entender el paisaje.
En ese entre medio, la oficina que alberga en si los servicios de ese último piso cuenta con un sencillo café de vistas amplias hacia el noroeste. Un largo mostrador presta servicios de información turística al igual que las novedosas máquinas que comparte el espacio. En las paredes se suceden las imágenes de un Montevideo desaparecido, que recuerda la diaria de la capital hace decenas de años y rememora hechos resonantes en la historia uruguaya. Del otro lado del sitio nos encontraremos con las vistas hacia el este, similares a las que vimos en nuestro ascenso y adornadas por las sierras que rodean Piriápolis a lo lejos.
Va siendo hora de bajar, no sin antes despedirse de las alturas con las últimas miradas hacia el horizonte. Descender se vuelve sumamente simple siguiendo los pasos que ya caminamos hacia el ascensor. Al volver a la planta baja la ciudad despoblada por el feriado se vuelve a internar en el propio laberinto de calles, trastocado solo por los gritos de faltas y goles del clásico uruguayo que se juega minuto a minuto. Una última vista a las escalinatas rojizas que llegan hasta la entrada, invadida por los pocos niños que disfrutan de sus juegos mientras sus padres esperan el resultado del “Match”.
Nos vamos hacia la rambla pensando en el mate que vamos a preparar frente al río. La cercanía del Barrio Sur nos hace concentrarnos en sus paredes con referencias claras a la cultura afro uruguaya y su expresión típica tradicional, el candombe, música nacional del vecino país. Los murales que recuerdan “Llamadas” en los muros de antiguos caserones con habitaciones repletas de tambores y ventanas delatando su interior hacia la calle. Finalmente llegamos a la Rambla y a refrescar un poco la tarde frente al Río De La Plata.
Antes de cerrar… cabe recordar que las recomendaciones dadas por la oficina de turismo local fueron claves para poder coordinar visitas en días complicados para hacer turismo en la ciudad. Agradecemos esto ya que nos permitió conocer Montevideo prácticamente a nuestros pies y disfrutar desde las alturas vistas increíbles de la capital. Otra opción que se suma a las tantas que ya hemos comentado (y seguiremos…) comentando en este espacio, ¿Habrá vuelta en 2023?
A TENER EN CUENTA…
ACLARACION: Por la situación actual (Pandemia COVID-19) muchos de los puntos podrían no presentarse de forma tal, por esto recomendamos consultar a organismos oficiales. La visita se dio durante el mes de Febrero de 2022, durante un periodo de reapertura gradual de las actividades recreativas, también en la vecina República Oriental Del Uruguay.
- El ingreso es gratuito, siendo requisito la presentación de un documento nacional (en mi caso DNI) que coincida con el mismo que has ingresado al Uruguay. Como ejemplo, una familia paulista ingresó con sus pasaportes y RG.
- El ingreso se realiza sobre el acceso que da a la Calle Soriano y no sobre la Avenida 18 De Julio como cabería esperar. Es libre y al entrar los trabajadores del sitio en mesa de entrada lo ayudarán en su recorrido.
- El Mirador Panorámico se encuentra abierto todos los días de 10:00 Hs. a 20:00 Hs. ingresando por Calle Soriano N. ° 1372. Cabe destacar que no se permite el ingreso con animales domésticos.
- Hablamos de una experiencia totalmente accesible, teniendo en cuenta todas las rampas existentes, las inscripciones en baile de los letreros y los ascensores espaciosos y modernos. Un verdadero atractivo accesible.
- El ascenso al mirador se realiza exclusivamente por medio de elevador. Espacioso, tarda solo algunos segundos en subir hasta el punto más alto del edificio.
- Es casi una obviedad aclararlo pero contamos con baños públicos tanto en planta alta como en planta baja (los cuales podrían no estar abiertos durante su visita).
- El mirador cuenta con un café. Las tarifas son económicas si las comparamos con otras confiterías de la ciudad. Si a esto añadimos las vistas, la invitación a hacer un párate y merendar es casi indeclinable. También podrán comprar algún que otro souvenir.
- Es un recurso que vimos por primera vez en sitios de este tipo, los invitamos a usar los “paraguas públicos” que le permitirán ver la ciudad sin preocuparse de la lluvia o el sol.
- Todo el perímetro se encuentra vidriado, lo que da seguridad al sitio e invita a los menores a acercarse a cada una de las vistas. Cada esquina cuenta con cartelería que indica qué se está observando.
- Es redundante aclarar que el lugar es un punto sumamente recomendable para fotografías. Sólo con ver algunas de las imágenes que adjuntamos podrán ver las oportunidades que brinda.
Se va otra entrada… Montevideo como toda ciudad capital nunca nos deja sin algo interesante por ver. Desde playas, calles, miradores, monumentos, estadios, museos y hasta incluso mercados, toda la ciudad ofrece un sinfín de oportunidades a todos los habitantes y visitantes. Gracias a la prolífica visita que hicimos la última vez que la visitamos verán varias entradas más de la capital uruguaya.
Por otro lado, la próxima semana veremos nuevamente otra entrada en este espacio. Cada vez se irán diversificando más los destinos, con nuevas provincias y departamentos que traerán flamantes relatos, geografías e historias. Así que como saben, los esperamos el próximo viernes a las 20:30 Hs. como todos sabemos.
Leemos sus comentarios y sugerencias, ¡Muchas gracias por leer!