Los porteños somos personas de tradición. Estos símbolos representan a una ciudad ya grandilocuente hasta en los apodos que nosotros mismos le dotamos (“Reina Del Plata”, “París de América” o “Ciudad De La Furia”). Esta característica parece aplicarse para los puntos más visitados de la capital, siendo difícil que algún otro ícono se pueda entrometer entre el Obelisco, el Teatro Colón o la Plaza De Mayo y todos los edificios que la rodean.
Pero… en los últimos 20 años llego una figura que, luego de las pesadas críticas recibidas al momento de su instalación, se arraigo en el subconsciente de los porteños casi de forma ecuánime. Hoy es un símbolo de una ciudad diversa, cosmopolita y elegante buscada por propios y ajenos por su belleza de significante cualidad. Hoy leeremos sobre cómo convertirse en símbolo porteño fue cuestión de solo algunos lustros para la Floralis Genérica.
¿QUÉ ES?
Una escultura metálica de una gran flor de seis pétalos en representación de todas las flores del mundo. Obra del arquitecto Eduardo Catalano, ha logrado marcarse a fuego en el imaginario de la ciudad a pesar de su reciente incorporación al patrimonio porteño. Corona y da sentido al Parque Naciones Unidas siendo uno de los nuevos símbolos porteños.
¿CÓMO LLEGAR?
Nuestra Plaza De Mayo como punto de inicio nos invita a dirigirnos hacia el norte, primeramente tomando alguna de las vías que la bordean (como la Avenida Hipolito Yrigoyen) hacia la Avenida La Rábida que se convertirá en Aveniea Leandro N. Alem. Al proseguir por esta avenida llegaremos hasta el Barrio De Retiro, en el cual su nombre pasará a ser Avenida Del Libertador.
A partir de aquí solo queda proseguir hacia el norte de forma continuada hasta encontrar a nuestra derecha a la escultura visible y resplandeciente desde la Avenida. En total son cuatros kilómetros y medio totalmente asfaltados, entre avenidas y en ámbito plenamente urbano. El estacionamiento en el sitio es un caso aparte que leerán en A TENER EN CUENTA… en el caso de asistir con transporte particular.
El transporte público nuclea las líneas de “Colectivo” N. ° 17, 37, 41, 59, 60, 61, 62, 67, 92, 93, 102, 110, 118, 124 y 130. Hacia la Avenida General Las Heras la oferta se amplia aún más, aunque ya un poco fuera de la zona de influencia de la “Floralis”. Sin embargo, para nosotros, la mejor opción es llegar por la Estación Facultad De Derecho de la Línea H de “Subte”, a escasos metros de la escultura. Las líneas de tren desde Retiro (Líneas Mitre, Belgrano Norte y San Martín) también permiten la visita caminando algunos metros de más. Puede parecer que el ferrocarril brinda otras opciones al encontrarse a metros del lugar, mas la falta de estaciones hace que este medio tal vez no sea el mejor.
La presencia de taxis es constante, al igual que la disponibilidad de plataformas virtuales como Uber, Cabify, Beat o Didi.
RECORRIDO
En aquellos difusos inicios de los 2000 quien les escribe aún era un niño curioso por lo que pasaba en nuestro país. Esa Argentina post crisis todavía era bastante recelosa con aquellos “gastos innecesarios” que trajo aparejados la mejora de la economía local en tiempos de bonanza financiera para la región. En ese lejano 2002 el titular de los noticieros informaba que la faraónica escultura había sufrido de una fallida inauguración. Pasaron largos meses hasta que pude ver por primera vez la flor cerrada en una fría y húmeda tarde porteña.
Hoy, veinte años después, la flor continúa estoica en su sitio. Ya adulta, se encuentra adaptada a la ciudad y el barrio que la rodea. Para esta visita ingresamos caminando desde la Facultad De Derecho de la UBA, magnífico edificio que merece una entrada aparte. Desde la Avenida Figueroa Alcorta y su encuentro con la Calle Juan Antonio Biblioni (lateral a la sede de la UBA), desde allí parte en diagonal un camino pedestre que cruza todo el parque hasta la flor que se esconde hacia el centro. Desde lejos hasta pareciera estar un poco cerrada.
Un camino irregular rodea todo el perímetro, seguido por un círculo interior que marca otro caminar en forma concéntrica a la flor. Prácticamente todos los desniveles son salvados con leves ondulaciones dentro del Parque Naciones Unidas que alberga la escultura. Entre medio de la Diagonal por la que caminamos se ensancha casi en forma de punta de flecha el mirador de la Floralis. Hay dos o tres letreros que portan fotografías históricas del barrio, otra Recoleta aunque siempre esplendida como se caracteriza…
Lo que hoy conocemos como el Barrio De Recoleta en algún momento fue un caserío marginal en tierras de la Quinta Los Ombúes, propiedad de Rodrigo Ortiz De Zárate. Esas mismas tierras terminarían en manos de la orden religiosa de los Padres Recoletos que le darían el nombre al barrio en un futuro, ligados a la Orden Franciscana. Estos mismo religiosos crean la actual Iglesia De Nuestra Señora Del Pilar en conjunto con el primigenio Cementerio De La Recoleta, el convento y una pequeña huerta.
Sin ahondar demasiado, este hecho fundacional fue la semilla que luego de la Epidemia de Fiebre Amarilla de 1871 comenzó a poblar el entonces periférico paraje. En pocos años, gracias a su ideal característica geográfica, pasó a ser el rincón predilecto de Buenos Aires para terratenientes agrícolas y ganaderos, políticos descendientes del tronco colonial, intelectuales y artistas de aquella ciudad naciente.
Pero volviendo a nuestros días… la modernidad se hace presente ante nuestros ojos y nos toca hablar de la escultura. Ahora la vemos en su figura completa: Son seis pétalos que rodean a tres estambres que parten desde el tallo, todos en metálico con su característico color plateado. La figura tecno biológica surge desde una piscina perfectamente circular entre las aguas, sólo sostenida por su tallo y rodeada de vegetación baja que separa el camino considerablemente de los bordes ¿Cómo vemos en claro esto? En el “Mirador” un croquis con vista cenital sobre el asfalto nos deja desvendar estos detalles.
Poder girar alrededor de este estanque que la contiene es en sí una experiencia. La Floralis parece estar diseñada para ser admirada desde cualquier punto generando una postal nueva. Usted lector verá en las fotos que es difícil contar los seis pétalos, que por momentos parece estar cerrada o abierta, que parece estar cayéndose y erguida a la toma siguiente, que de a ratos es disruptiva y raudamente armónica con el parquizado que la rodea… Solo podemos describirlo como un poder que no pierde su efecto in situ y que las fotografías parecieran acrecentar más.
Queda seguir caminando por los senderos que contienen la forma irregular circundante de la flor. Ahí descendemos del pedestal donde se encuentra, un poco más elevado que el resto del parque, para observar el sector más alejado del Parque Naciones Unidas. La torre del entonces Argentina Televisión Color (ATC, hoy TV Publica) le da una impronta distintiva a los alrededores integrándose al punto más verde del parque. Algunas especies de árboles tales como sauces o palos borrachos bordean los caminos dotados de bancos de plaza y una paz excepcional en este punto de la ciudad.
Ahora bien… si hablamos de ATC no podemos dejar de nombrar la faraónica obra inconclusa que tomaría el espacio que hoy caminamos. Es que aquí, en principio de no haber ocurrido el golpe de estado de 1955, estaríamos caminando el “Monumento al Descamisado” o talvez el todavía más grandilocuente “Altar De La Patria” que albergaría los restos mortales de todos los héroes nacionales. Como vemos, el sitio está destinado a albergar monumentos y la flor de dieciocho toneladas y veintitrés metros de alto vino a tomar ese lugar vacío. Los impulsores Juan Domingo Perón o José López Rega nunca llegaron a ver sus obras terminadas… mucho menos la instalación de la flor a cargo de Lockheed Martin Aircraft.
Volviendo al 2023, empezamos a encarar la retirada. El otro ingreso que se vuelca íntegramente a uno de los laterales de la Avenida Presidente Figueroa Alcorta. La curiosidad siempre está presente y caminamos por la vereda hasta la intersección con la Calle Brigadier General Juan Facundo Quiroga (la cual cierra el perímetro del parque hacia el norte), para encontrarnos con un monumento a Poseidón. Confundidos leemos la placa que comenta como la comunidad griega donó la figura a escala de más de dos metros a la Ciudad De Buenos Aires. Un dato de color.
Ya en la Avenida y camino al interior del barrio pensamos un poco en como la Floralis Genérica ha sido transversal a las últimas décadas del país convirtiéndose en parte identitaria de la ciudad. Nadie iba a imaginar en el ya lejano 2002 que un nuevo hito urbano hoy adornaría imanes turísticos, bolsas de recuerdos y logotipos de operadores porteños. Tampoco nadie imaginaria que se volvería uno de los puntos más fotografiados de la urbe, siendo fácil de comprobar al buscar en Instagram su nombre, o ver los “marcos” que ha instalado la ciudad para obtener la mejor toma.
Vivimos los jóvenes porteños el nacimiento de un hito urbano, un proceso que puede tardar varias decenas de años en casos ordinarios, pero que aquí lo vimos instalándose sin miramientos, altivo y coqueto en el buen sentido de los términos. Una flor que representa a todas las flores, la diversidad en el estado más poético desde su naturaleza estructural. La definición concreta de la ciudad diversa que fue, es y será Buenos Aires.
A TENER EN CUENTA…
- Se encuentra en Avenida Presidente Figueroa Alcorta 2301, de ingreso libre y gratuito. Se mantiene abierta de 12:00 Hs. A 18:00 Hs.
- Hablamos de un sitio íntegramente accesible, catalogado bajo esta misma lógica para discapacidades motoras, talla pequeña, baja visión, sordera, hipoacúsica e intelectual.
- El camino que lleva hasta la flor tiene leves ondulaciones, todas salvadas de la mejor manera posible por este. En el último tiempo se ha renovado toda la superficie de la misma.
- También, según la web del Gobierno De La Ciudad De Buenos Aires, el mecanismo de apertura y cierre automático de la flor se ha reparado. En este momento la misma se abre y se cierra dependiendo el horario del día desde es doce de Junio del 2023.
- No hay sanitarios en el parque. Los más cercanos que pudimos notar están en la Facultad De Derecho de la UBA o en el Museo Nacional De Bellas Artes, ambos limitados a ciertos horarios.
- La fotografía en el parque es una actividad que no los va a encontrar solos… no se centra únicamente en la flor, sino que los espacios verdes que la rodean configuran un escenario digno de retratar.
- Justamente… en el parque encontraremos marcos que proponen la mejor fotografía al turista. El tomarlos o no depende de ustedes.
- La zona es completamente segura y de alto valor comercial. A pocos pasos podemos encontrar variadas opciones comerciales de todo rubro.
- No hay estacionamiento propio en el lugar, recomendamos la llegada en transporte público. Sin embargo, en algunas de las calles cercanas es posible aparcar vehículos en la vía pública y existen garajes pagos en caso de querer optar por ellos. La zona es normalmente utilizada para esto.
Volvimos a hablar sobre la Ciudad Autónoma De Buenos Aires luego de casi más de un año, estrenando nueva comuna y barrio. Recoleta será una constante en los próximos meses en nuestras entradas, gracias al enorme valor patrimonial que tiene el barrio aristocrático de nuestra ciudad. De palacios y parques, el barrio del cementerio y la Avenida Alvear tiene muchas historias que contar de mitos y leyendas urbanas, caprichos arquitectónicos y desventuras históricas.
Por otro lado… La próxima semana nos toca visitar por primera vez cierta provincia cuyana que aún no cuenta con entradas en este espacio. Durante el pasado mes de Mayo un viaje relámpago de pocos días nos regaló hermosas memorias en un nuevo destino que será descubierto en los próximos días. Será el siguiente viernes que otro XED! vendrá para contar sobre…
Leemos sus comentarios y sugerencias, ¡Muchas gracias por leer!